Localizado al sureste del país, Valladolid es una de las tantas joyas que posee el estado de Yucatán y, por supuesto, la península. Es una de las ciudades más antiguas y, actualmente, ocupa un lugar muy importante para el turismo local, nacional e internacional.Sus calles están llenas de magia y alberga recintos históricos, casonas, museos y sitios por explorar.
Su ubicación es privilegiada, por esta razón se le conoce como “la capital del oriente maya”. Se encuentra justo en medio de las dos ciudades más importantes de la península de Yucatán: Mérida y Cancún.
Este destino debe ser tu punto de partida
A pesar de ser una de las ciudades más pobladas del estado, en Valladolid se respira un aire apacible, digno de un poblado rico en tradiciones, historia y cultura.
La amabilidad de sus habitantes es una de las sorpresas más agradables que encontrarás en este lugar y en cada persona podrás encontrar experiencias únicas, pues te compartirán todo lo que saben sobre este lugar que los vio crecer.
Sin duda, otro de los grandes atractivos de este lugar es la cocina yucateca, que posee una fama internacional gracias a la inigualable mezcla de sabores que maneja y los ingredientes que conjuga para enamorar hasta a los paladares más exigentes.
No podrás conocer un lugar hasta que pruebes su comida
Es bien sabido que para tener una experiencia completa de los sitios visitados se debe comer como ahí acostumbran. En Yucatán esta frase se convierte en deber.
Además de maravillarte con la belleza de los paisajes en Valladolid, podrás disfrutar la cocina local con una combinación exquisita entre la herencia prehispánica de la cultura maya y la influencia europea.
Entre los platillos que podrás degustar están la cochinita pibil, la sopa de lima, los huevos motuleños, los papadzules, el escabeche oriental, lomo ahumado, el chile relleno de queso y el poc-chuc.
¡Podrás comer a todas horas!
Ahora, si lo tuyo son los antojitos, será la oportunidad perfecta para deleitarte con unas tortas de relleno negro, unos kibis, tortas o empanadas de lechón, tacos de cochinita pibil, tamales yucatecos, polcanes y muchas cosas más.
Para complementar la comida, deberás elegir entre la bebida tradicional que más se adapte a tus gustos: el xtabentún es un licor digestivo de sabor dulce, el chokó sakam es una bebida regional preparada con maíz hervido y el balché, una clase de hidromiel.
Si te queda un huequito en el estómago para el postre, también podrás degustar una marquesita con queso de bola, un mazapán de almendras, un alfeñique, bizcotelas y roscas nevadas.
No olvides traer algunos de esos postres en tu viaje de regreso, pues las preparaciones yucatecas son únicas y seguro no podrás resistirte a vivir sin ellas.
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