Popularmente conocida como "Los frailes", estas enormes columnas rocosas se encuentran en el estado de Hidalgo en lo alto de cerros verdosos.
Sus figuras altas en punta, color y erosión, asemejan al hábito religioso como los frailes, por ello su nombre popular.
Se localizan a 21 km al sureste de Actopan en El Arenal, estas imponentes piedras cuentan una historia de lujuria que ha sido una leyenda a lo largo de las generaciones.
Según sus pobladores, en esta región había dos frailes que resguardan una antigua iglesia, los hombres -uno alto y uno un poco más bajo- tenían una cercanía con la comunidad con el fin de llevar la palabra de Dios, por lo que los feligreses los querían bastante.
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Dichos frailes bajan al pueblo frecuentemente por provisiones, limosna, dar misas y visitar a sus fieles. Sin embargo, los frailes pronto fueron mal visto debido a que se corrían los rumores que asediaban a las y los jóvenes de las comunidades cercanas para tener encuentros sexuales con ellos.
Uno de ello cometió el error de perseguir a una joven que estaba en el monte cosechando flores y al verla, él abusó de ella. La mujer corrió con su madre para contarle lo sucedido y una turba enardecida llegó a la iglesia donde estaban los frailes. Ambos frailes huyeron inmediatamente al cerro y los pobladores los perdieron, sin embargo, un rayo impactó en la punta del cerro donde se resguardan estos hombres.
Los feligreses los dieron por perdidos y la mañana siguiente aparecieron dos monolitos, uno alto y otro chaparrito.
Se dice que Dios castigó a los frailes y los convirtió en piedra con el fin de castigar sus actos.
¿Qué hacer aquí?
Una de las actividades más comunes es realizar alpinismo, sederismo y camping. No olvides llevar botas resistentes pues este sitio es rocoso y de difícil acceso.
Por: Redacción
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