El psicólogo Paul Ekman desarrolló un método para determinar que las personas mentían a sus interlocutores. Su método se basaba principalmente en desentrañar las microexpresiones faciales.
Ellas, asegura el autor en su libro "Cómo detectar mentiras: una guía para Utilizar en el Trabajo, la Política y la Pareja", son movimientos ligeros en el rostro que ocasionan que indican que las personas están sintiendo alguna emoción al hablar.
Esto, comenta el experto en la obra, es involuntario y nadie que no haya sido entrenado podría ocultarlo a los demás, debido a que forma parte de criterios de años y años de evolución que ha experimentado el ser humano a lo largo de su historia. Los principales consejos que hace el especialista para hallar una mentira son los siguientes
Haz preguntas monitor
Habla normalmente con una persona y pregúntale sobre varias cosas. Como lo dice Dr. House, todo el mundo miente, así que busca aspectos en los cuales una persona normalmente mentiría y lanza preguntas para tratar de incidir en respuestas falsas. De aquí se pueden identificar aspectos que serán importantes para conocer a las personas.
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Una vez que tengas una charla larga con esta persona en el futuro, podrás determinar con cierto margen de error, si está mintiendo o no. Con el paso del tiempo y el contacto con la gente, es más fácil determinar si está diciendo la verdad o no.
Pregunta la historia varias veces o en diferentes tiempos
Mantener una mentira requiere de un esfuerzo mental para el cual muchos no están preparados. Por tal razón es indispensable para el mitómano tomar en cuenta muchos detalles en sus historias que pueden dejar en contradicción sus propios relatos.
Cuando hables con alguien del cual sospeches, pregunta sobre detalles pequeños y fácil de olvidar, así, cuando vuelvas a hablar con esa persona, puedas preguntar sobre el relato en general y después ver si coinciden estos elementos o no.
Nota si se toca mucho el rostro
No hay señales universales para determinar que la gente está mintiendo, aunque hay reacciones que las personas pueden presentar a la hora de mentir. El primero de ellos es manipular las cosas que tienen cerca o tocarse mucho la cara, el cabello, el cuello.
Algunos más se tapan la boca, se frotan los ojos, esquivan la mirada o se tocan la nariz cuando no dicen la verdad. Es por esta razón que estos elementos repetidos con exageración durante una charla pueden delatar a un interlocutor.
Esconde las manos
Uno de los gestos que más ha permeado en la humanidad desde la transformación del mono en hombre es el usar las manos para comunicarse. Si bien en señar las palmas es una señal en la que un animal suele rendirse o mostrar subordinación a otro, en los seres humanos ocultarlas puede significar algo más.
Algunas personas intentan evitar que sus articulaciones queden a la vista cuando mienten o inclusive hay algunas que esconden los pulgares entre la ropa o en partes del cuerpo. Notar este tic podría ayudar a descubrir a un individuo que no es sincero.
Postura del cuerpo
Un individuo que tenga comodidad se mostrará con soltura donde quiera que esté; sin embargo, el estrés que siente una persona cuando oculta información puede hacer que esta se contraiga lo más posible a fin de ocultar, al menos de manera inconsciente.
Otros individuos tienden a moverse sin control o hacer acciones para que distraigan a las personas con las que no quieren sincerarse, por lo que es buena idea fijarse en estos comportamientos.
GDM