Durante la Colonia, Francisco de Ojuela, un conquistador español, se percató que una zona ubicada en lo ahora es el estado de Durango había un lugar rico en oro, plata, zinc y manganeso, por lo cual comenzó a traer a más personas para que trabajaran en este punto.
Este sitio se bautizó como Ojuela en honor a quien inició la extracción de recursos. En total, su población llegó a los más de cinco mil habitantes, quienes durante más de 350 años se dedicaron en su mayoría a la minería.
Así nació la mina con el mismo nombre, en la cual prosperaron varias generaciones. Una expedición que se realizó en 1927 determinó que este lugar era rico en al menos 117 minerales, de los cuales destacan la adamita, la legrandita y la kottigita.
¿Por qué se convirtió en un pueblo abandonado?
Otra de las minas más famosas era la de Santa Rita, en la cual también se llevaba a cabo la excavación en busca de minerales. La vida en la zona permitía a la gente contar con un templo, varias tiendas, un casino, una cancha de tenis e inclusive varias albercas.
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Sin embargo, una inundación afectó a esta mina, lo cual ocasionó que el nivel del agua afectara a la población. La situación fue tan insostenible que todos los habitantes salieron del lugar y jamás regresaron al pueblo que tantos años les costó formar.
Con el tiempo, las construcciones fueron perdiendo su brillo y sus metales oxidándose. Tuvieron que pasar algunas décadas para que esta zona se convirtiera en un atractivo turístico.
Actualmente se puede visitar este pueblo abandonado. Solamente en el 2014 se recibieron más de 11 mil visitas, por lo que la economía ha resurgido en este punto, junto con la explotación de la mina La Ojuela, de donde se extrae plomo, zinc y plata.
¿Cuáles son sus atractivos turísticos?
Además de los recorridos por las construcciones, viviendas y minas, este lugar cuenta con una carga magnética que dificulta la comunicación por señales de radio y televisión.
Se cuenta además que la Zona del Silencio, otro de sus puntos es basto en relatos sobre apariciones de luces nocturnas, así como de meteoritos. Este destino realiza también recorridos en tirolesa.
En este punto del país también se encuentra un puente construido en 1892 y el cual permite el paso a través de un barranco con 95 metros de profundidad. Pese a que fue construido hace mas de 100 años, esta construcción de 318 metros sigue firme ante las inclemencias del tiempo, aunque fue sometida a mantenimiento hace algunos años.
Otras de las atracciones es el recorrido por la mina de Santa Rita, donde se puede observar para de la labor que hicieron sus habitantes y la forma en la que la economía, la fauna y la vida social se llevaba a cabo.
GDM