Los primeros meses de vida de nuestro bebé tenemos la claridad de que se alimentará exclusivamente de leche materna o leche de fórmula, pero conforme pasa el cuarto o quinto mes notamos que el peque requiere de más cantidad de leche para sentirse satisfecho y nos da la sensación de que no es suficiente lo que toma, además de observar en él las ganas de comenzar a probar comida, así que la próxima visita al pediatra esa será la pregunta obligada, ¿Cuándo podemos complementar las tomas de leche con otro tipo de alimentos?
Definiremos a este proceso de introducir progresivamente en la dieta de los bebés los alimentos sólidos distintos a la leche (alimentación complementaria) como la “ablactación” siendo esto un momento fundamental para la vida y desarrollo de tu bebé, así que se debe de tomar con calma, siguiendo la recomendación de los expertos (los pediatras) ya que saben lo que más les conviene para evitar que desarrollen posibles alergias e intolerancias que se pueden prevenir llevando la ablactación como se indica.
Este proceso se logra alrededor del sexto mes resultado de la madurez del sistema digestivo y nervioso central que nos da indicios de que ya está listo para lograrlo porque ha alcanzado el control de la cabeza y cuello, es capaz de indicar su deseo por comer, coordina mucho más sus movimientos y rechaza las cosas que no quiere, a parte de observar que tu bebé se queda con hambre puedes tomar en cuenta estos puntos importantes:
1. Que pueda sentarse y estar de forma erguida, esto es fundamental para deglutir los alimentos y no tener dificultad para tragar los sólidos.
2. Otro aspecto para saber que el niño está listo, es porque ha ido ganando peso desde su nacimiento llegando a duplicarlo.
3. La ablactación por lo general la indican los pediatras a partir de los 6 meses, antes de esa edad no, porque puede provocar que se desarrollen intolerancias o alergias.
4. Recomiendan iniciar con verduras por lo general y la razón es que una vez que los bebés empiezan a probar las frutas la mayoría rechaza las verduras, por tal motivo se comienza con ese orden.
5. Introducir un alimento nuevo por semana para poder notar si le cae mal, o si aparece algo en la piel y dar tiempo de notar cómo lo tolero al consumirlo.
6. Por lo general, las mamás entran en el dilema si dar papilla natural o las que se ofrecen en el mercado, siempre será mejor lo natural, pero dependerá de tu elección personal, se recomienda que estos alimentos sean al vapor, hervidos o a la plancha, primero papillas bien trituradas en forma de purés o cremas y después en trozos muy pequeños, evitando sal, azúcar y condimentos.
7. Se debe de iniciar con probaditas pequeñas, al menos un par de cucharadas e ir aumentando la ración, dejando la leche al final de la comida para evitar que cuando lleguemos al sólido lo acepte.
8. También es un momento idóneo para introducir agua en la dieta, e ir habituándolo al sabor del agua simple.
9. Se deja para el final alimentos como la fresa, cítricos, huevo y el pescado.
Este proceso que iniciarás con tu bebé deberá estar supervisado por su pediatra, hay que estar muy atentos en todo momento durante la introducción de alimentos nuevos, se recomienda llevar una bitácora, incluyendo la consistencia, olor y color de los cambios de pañal para monitorear que todo esté bien.
