ESTILO DE VIDA

Cómo ahorrar en pareja sin romper en el intento

Vivir en pareja puede ser una gran oportunidad para planear cosas juntos y disfrutar en conjunto; los siguientes consejos te ayudarán a que la organización entre ambos sea clara

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Los siguientes consejos pueden hacer más fácil el proceso de planeación con tu pareja. Foto: Especial Créditos: Especial

Sin duda uno de los aspectos más importantes de la vida en pareja es la planeación financiera; claro que el amor es sustancial para que toda organización sea funcional, por lo que, a medida que el afecto crece, los planes también deben crecer y asegurar no solo un futuro juntos, sino entender las reglas financieras para cumplir los compromisos que implica vivir en conjunto.

Es importante destacar que la vida en pareja no es lo mismo que la vida en conjunto; puedes compartir hogar con compañeros o roommies, y aunque no implica menos compromiso, tienes la posibilidad de no estar de acuerdo y dejar la partida; con una pareja hay una parte emocional que se debe cuidar y procurar, por lo que es más complicado abandonarlo si algo no te agrada o no está continuando de una forma adecuada para ti.

Por ello, es necesario siempre una comunicación continua y una correcta organización. De acuerdo con especialistas de Principal México, experto en soluciones financieras para el retiro, un aspecto clave en el proceso será identificar las metas y apegarse a un presupuesto para alcanzarlas, claro que, sin dejarse guiar por el error común de la diferencia de ingresos, pues esto en ocasiones nos lleva a pensar que hay mayor posibilidad de gasto.

Planeación financiera: ¿de qué depende?

La respuesta depende de cada pareja y de las expectativas para su relación. Considera que es sustancial tener un control de tus finanzas personales, sea individual o en equipo esto es necesario. Sin embargo, debes tener en cuenta que no debes asumir compromisos fuera de tu posibilidad de pago. Por ello, es necesario que definas prioridades.

¿Qué es primero?

En primera instancia, ambos deben caminar por el mismo camino, con objetivos y propósitos similares Definan cuáles tienen mayor relevancia o requieren de un mayor esfuerzo económico. Comiencen por dividirlos en: gastos fijos, gastos variables y ahorro.

La honestidad es importante

No permitan que el amor les nuble la vista y la necesidad de quedar bien te domine. Este es un error muy común, pero hay que comprender que no está mal tener menores ingresos que tu pareja. Si este es el caso, la honestidad siempre ayudará a crear un plan viable para ambos que se adecúe a las capacidades financieras de los dos.

Establecer un plan justo

No significa que la persona que tenga un mayor ingreso debe gastar más. El plan debe ser justo para ambos.

Piensa a futuro

Lo mejor es que los objetivos se definan a mediano y largo plazo de su presupuesto. Quizás un viaje importante, adquirir una vivienda; ser padres o llegar a su retiro juntos son metas que pueden tener una planificación adecuada y con tiempo.

No olvides tus planes personales

Que la presión no te gane. No todos los planes de tu pareja deben ser tuyos, y viceversa. Educación o un viaje con amigos, pueden ser ejemplos de proyectos personales. No pongas en aprietos tus finanzas por cumplir con algún deseo que complazca sólo a tu acompañante; o lo fuerces a que lo haga por ti. 

¿Cómo dividir los gastos?

La mejor forma de definir los aportes es partir de la regla básica de un presupuesto: 50% (gastos fijos), 30% (gastos variables) y 20% (ahorro), pues con o sin pareja deberían guiar tu presupuesto. Pero, si les resulta más fácil, otra opción puede ser 50 y 50; en donde cada uno aporte la mitad de los compromisos que adquieran, y los recursos que sobran pueden dedicarlos a sus planes personales.

sn