La humedad a las paredes es algo difícil de erradicar y pueden causar desastrosos daños en las estructuras del ambiente o del hogar en sí. Los problemas referidos a este síntoma causado por vapor, filtraciones o suelos húmedos, generan una situación agobiante que parece no tener fin, a tal punto de invertir lo necesario para solucionar el inconveniente. Además, siguiendo esta línea, también puede aparecer el detestable moho y hace un combo de paredes desastrosas.
En consecuencia, con el claro de quitar esas manchas de humedad y moho, intentamos buscar una alternativa rápida que la tape, pintando las paredes o colocando azulejos. Muchas personas recaen sobre esta última opción, errónea por lo cierto, por lo tanto te vamos a explicar por qué no debes colocar cerámicos si hay humedad, intentando disimular el conflicto sin ocuparnos de las causas.
Es por ello que acudir a revestimientos con base en azulejos solo causará un derroche de dinero y, en algunos casos, empeorar la situación. La razón de esto radica en que los cerámicos taparán la humedad y el moho, haciendo creer que el problema en las paredes desapareció, pero este inconveniente seguirá ampliándose en el interior de los muros del hogar.
La argumentación está centrada en que este tipo de materiales impide que las paredes respiren y, por lo tanto, la humedad no inicie un proceso de secado. En este caso, el exceso de agua no podrá evaporarse y se concentrará en los cimientos, afectando las instalaciones eléctricas.
En consecuencia, si no aplicamos esta recomendación, la humedad y el moho seguirán creciendo en las paredes y de alguna forma se harán notar por encima del arreglo, es decir que se filtrará por los bordes de los azulejos. Además, el eje central girará en torno a una drástica solución que será romper la pared y los azulejos, haciendo un doble gasto desde el punto de vista económico y también desde el esfuerzo físico que tendremos que realizar.