El café y el invierno van de la mano. Es que calentar el cuerpo con una infusión de este estilo te garantizará una grata experiencia, a la vez que te llenará de energías para afrontar un largo día de trabajo o estudio. Uno de los secretos para preparar una buena taza o un delicioso pocillo radicará en las cafeteras que tengamos para su elaboración. Una de las más tradicionales es la cafetera italiana, un utensilio de cocina básico y económico.
También conocida como moka, la cafetera italiana representa un aliado perfecto para los días con bajas temperaturas. Sin embargo también es una de las cafeteras que se puede estropear con facilidad ya que sus gomas no resultan ser tan resistentes como se esperaba o el filtro suele dañarse con el paso del tiempo. Pero estas piezas pueden cambiarse de forma práctica y sencilla, por lo tanto es una de las más elegidas por fanáticos de la cafeína.
La cafetera italiana fue un invento que golpeó la puerta de los tanos alrededor de 1930, inventada para disfrutar del café recién hecho en casa. En aquel entonces, las cafeteras tipo expreso recién se estaban instalando en bares y restaurantes del continente europeo. Lógicamente su arribo a América fue unos cuantos años después. Y en la actualidad, la moka probablemente se encuentre presente en varios hogares, por lo tanto te contamos 3 claves para sacarle jugo, o mejor dicho café, a este invento popular.
El primero de los secretos para preparar un café perfecto en una cafetera italiana será utilizar agua mineral y evitar el agua del grifo. Este error es muy frecuente, inclusive en la utilización de otras cafeteras. Esto permitirá conservar el perfecto estado del instrumento y lograr que no se acumule cal, obteniendo una infusión soñada. Mientras que el segundo consejo pasa por calentar el agua antes de llenar la moka, permitiendo que los granos de café no se calienten demasiado y se quemen, consiguiendo un aroma perfecto y un sabor grandioso.
Por último, el tercer tip para sacarle provecho a tu cafetera italiana es usando un buen café y tratar de no comprar la mezcla que venden en supermercados y almacenes. En este sentido, especialistas sugieren tener un molino doméstico para convertir el grano en polvo, obteniendo una infusión soñada.