Lograr limpiar el baño y que quede reluciente es una de las tareas más difíciles de concretar, más aún cuando toca refregar los azulejos para quitar el sarro y moho. La dificultad crece cuando estas manchas se han aferrado a los cerámicos debido a las malas condiciones higiénicas, especialmente cuando no se ventila el lugar y cuando quedan restos de jabón durante semanas. Es por eso que te contaremos 3 trucos sencillos para eliminar esa suciedad de las superficies.
Los procedimientos perfectos para limpiar el sarro y demás manchas que se acumulan en los azulejos serán eficaces si se llevan a la práctica estos tips que te ayudarán a quitar todo tipo de manchas. Sin embargo, para que la lectura sea fructífera es necesario aplicar estos trucos con frecuencia, ya que si la limpieza es una tarea aislada, los resultados no serán los esperados.
La primera sustancia recomendada es el amoniaco, un aliado perfecto para quitar el sarro y dejar los azulejos del baño brillantes. Para limpiar con este producto hay que ser muy cuidadoso debido a que es una sustancia fuerte y riesgosa si entra en contacto directo con manos, rostro y ojos. El proceso consiste en aplicar el amoniaco sobre el sarro, cepillar y quitar los restos con un trapo y agua tibia.
El vinagre también ayudará al momento de limpiar el sarro que se aloja en los delicados azulejos. Su utilización es sencilla: primero se deberá mezclar la sustancia con agua en partes iguales y aplicarla sobre las manchas. Una vez realizado esto, es necesario dejar reposar el líquido sobre el sarro y esperar unos minutos antes de retirarlo.
Por último, el dentífrico constituye uno de los aliados más importantes para quitar el sarro de los azulejos. Mezclando dos cucharadas de pasta dental con otras dos de bicarbonato de sodio, más una cucharada de jabón líquido y unas gotas de limón, obtendremos un químico perfecto para limpiar las superficies y dejarlas como nuevas. En este caso también debemos dejar que la sustancia actúe unos minutos antes de quitarla con abundante agua.