Atrapando monedas sumergiéndose a tres metros en el mar que rodea el Malecón de Veracruz, Erik, un joven de 19 años, se gana la vida entreteniendo a los turistas.
En los pies del Faro Venustiano Carranza, el joven se adentra en la zona de carga y descarada donde habitan enormes embarcaciones comerciales que transportan productos mexicanos a todo el mundo.
Sin miedo a estos monstruos de acero, el joven busca como pez monedas de 5 o 10 pesos que los visitantes arrojan con el fin de retar la destreza física del joven veracruzano.
Desde las 10 de la mañana y hasta el último minutos del día, Erick espera y alienta a los viajeros a lanzar la moneda lo más lejos posible para que él la atrape.
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Con solo unos goggles, como herramienta de trabajo, el estudiante de preparatoria espera ganarse algunas monedas mientras el estado poco a poco recupera el turismo tras la pandemia.
Saca erizos y pepinos de mar
Pero la diversión no concluye ahí, pues por otra moneda, el intrépido joven se adentra a las profundidades del mar para sacar erizos y pepinos de mar para mostrar la riqueza de su río.
Sin embargo, Erik no es único atrapa monedas del malecón, pues a lo largo de este muelle donde puedes encontrar jóvenes-adultos que realizar esta actividad.
Él, como cientos de comerciales locales, se vieron afectados por la ausencia del turismo que originó la pandemia, sin embargo, la nueva normalidad ha favorecido a los locales y ha animado a los turistas aledaños a disfrutar de sus relucientes paisajes.
Veracruz, actualmente se encuentra en semáforo verde y esto se puede ver en la ocupación hotelera que poco a poco ha ganado terreno gracias a las buenas prácticas sanitarias, señala el empresario.
Por: Alby García