Existen muchas razones por las que se puede tener dolor en las articulaciones. El funcionamiento regular, un golpe o un sobreesfuerzo son diferentes causas, pero hay que poner mucha atención a ellas, para que no deriven en algo más grave.
Según el tipo de lesión de la que se hable, será la forma en la que se tiene que tratar. Puede ser con reposo en algunos casos o con ejercicio y movimiento regular para mejorar la movilidad en otros casos.
Lógicamente es recomendable preguntar a un médico cuando exista alguna clase de dolor en las articulaciones, pero aquí te contamos cuáles son las causas más importantes que lo provocan:
Te podría interesar
Envejecimiento: Con la edad las articulaciones se vuelven menos flexibles y el cartílago puede comenzar a desgastarse. También puede disminuir la calcificación y provocar dolor.
Lesiones: Hacer un sobreesfuerzo, cargar mucho peso o tener un estiramiento practicando deporte. También pueden suceder esguinces, fracturas o distensiones musculares durante el ejercicio.
Bursitis: Se produce cuando la bursa (la bolsa que amortigua los huesos) se inflama o se irrita. Hombro, rodilla, codo y cadera son las articulaciones más frecuentemente afectadas.
Artritis reumatoidea: Es una enfermedad autoinmune que provoca la inflamación de articulaciones y tejidos alrededor. Los genes, los cambios hormonales y las infecciones son condicionantes que pueden influir.
Gota: Se produce cuando el ácido úrico se acumula en la sangre y provoca una inflamación en las articulaciones. Esta acumulación hace que las articulaciones se hinchen, suban la temperatura y duelan.
Tendinitis: Los tendones son las estructuras que unen los músculos y los huesos y su inflamación también es dolorosa. Es común cuando el tendón pierde elasticidad, como consecuencia de una sobrecarga física.
Lupus: En esta enfermedad, el sistema inmunológico ataca por error los tejidos sanos del propio cuerpo. Puede afectar articulaciones, piel y órganos como el cerebro.
Menopausia: 8 de cada 10 mujeres padecen dolor en las articulaciones tras la menopausia. Los cambios hormonales y la deficiencia de calcio y vitamina D son en gran parte los responsables del empeoramiento de la salud articular.