Durante la época de Cine de Oro brillaron dos estrellas que llevaron su amor de las pantallas a la vida real, ambos habían estado casados cuando se enamoraron, por lo que abandonaron todo para hacer realidad su amor y cuando decimos todo hablamos incluso de dejar a sus familias para iniciar una nueva. Hablamos de Flor Silvestre y Antonio Aguilar, abuelos de la cantante Ángela Aguilar y fundadores de la famosa Dinastía Aguilar.
La noticia del romance entre Ángela Aguilar y Christian Nodal ha vuelto a traer a la luz, la historia del turbio amor que enfrentaron los abuelos de la cantante, pues ambos estaban casados cuando se enamoraron, por lo que ella tuvo que alejarse de sus hijos, producto de su segundo matrimonio.
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Así fue el arrebatado amor de Flor Silvestre y Antonio Aguilar, abuelos de Ángela Aguilar
Los abuelos de Ángela Aguilar se conocieron en 1950, cuando él fue a probar suerte en la radio, entonces Guillermina Jiménez Chabolla, ya conocida en el mundo artístico como “Flor Silvestre”, fue flechada por el charro, sin que pudiera prosperar pues ella, se acaba de divorciar e iniciaba una relación con el influyente conductor y locutor Paco Malgesto.
El primer esposo de Flor Silvestre fue Andrés Nieto con quien procreó a su primer hija Dalia Inés Nieto. Con Paco Malgesto tuvo dos hijos Francisco Rubiales y Marcela Rubiales. La relación de Silvestre y Malgesto no fue muy bien, pues él la acusó de infidelidad y le prohibió ver a sus hijos tras su divorcio.
La relación entre las estrellas de cine se dio formalmente en 1957 cuando juntos coprotagonizaron la película el “El Rayo de Sinaloa”, pero en ese momento ella seguía casada con Malgesto. Dicen que por despecho Aguilar se casó en 1958 con Otilia Larrañaga quien también era actriz y cantante.
Fue en ese mismo año cuando Flor Silvestre y Antonio Aguilar protagonizaron una huida de la que se enteró todo México, pues la pareja decidió dejarlo todo para hacer triunfar su amor. Entonces se dio el episodio más doloroso en la vida de Flor, pues Malgesto arrebatado por los celos y la ira, le prohibió ver a sus hijos siendo niños, y durante 20 años no pudo acercarse a ellos.
Nace la Dinastía Aguilar
Por fin en 1959, luego de sus respectivos divorcios, Antonio Aguilar y Flor Silvestre pudieron casarse. Un año más tarde nació su hijo Antonio. Ellos continuaron trabajando juntos en películas mexicanas y se ganaron el cariño de los mexicanos quienes los veían como íconos e ídolos. Su segundo hijo José nació en 1968 en Texas.
La familia Aguilar empezó a ganar más fama, pues practicaban la charrería y ofrecían espectáculos juntos. La pareja siempre mostró su amor tanto en lo público como en lo privado. Su nieta Ángela Aguilar ha expresado que recuerda mucho el amor que se profesaban uno a otro y ha expresado que ella quiere una historia así, ¿será que pueda tenerla con Christian Nodal?