ESCENA

El cineasta Carlos Marín presenta "Game Over" con un juego macabro

El cineasta Carlos Marin filmó su ópera prima en Guadalajara, Jalisco

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El cineasta Carlos Marin filmó su ópera prima en Guadalajara, Jalisco Créditos: Foto: Adriana Luna / Arte: Paola Castro Félix

Guadalajara.- Game Over, la ópera prima de Carlos Marín vive sus últimos días de rodaje en distintas locaciones de Guadalajara, Jalisco. Su propuesta fue un terrorífico recorrido por la historia de los videojuegos, pero incluyendo a monstruos artesanales.

“Darle guiños ochenteros, los inicios de los videojuegos, la prehistoria de los videojuegos. La consola en cuestión es un juego de 1980. Me gusta mucho la idea, que visualmente me llevara a otras épocas, otros lugares, un contraste con la época actual”, comenta en entrevista con El Heraldo de México.

Una de las locaciones utilizadas es un hospital tapatío que está abandonado, lo que va acorde con el guión que marca un “lugar perdido en el tiempo. Esta locación es también de 1980. Hay un juego de tiempos que siempre me ha parecido muy interesante de poner en pantalla”.

"Game Over" es una propuesta terrorífica pero no espiritista, Carlos Marín quiere romper con paradigmas y clichés. “Es de terror, pero desde el guión original queríamos evitar el cliché de las películas de fantasmas, el cine de terror mexicano que se va a lo diabólico-fantasmal y espíritus. Aquí hay una maldición con un videojuego y un monstruo, que me parece bastante original y divertido”.

Carlos en su infancia era devorador de películas de terror que encontraba, como resultado hoy tiene una mente incontrolablemente creativa: “todo el tiempo hay historias y todo el tiempo hay películas de terror, soy como un enfermito de las películas de terror. La lista es inmensa: "Alien", "Noche infernal", que vi muy chavito y me dejó super marcado, "La primera profecía original, El Exorcista 3 la vi antes de la original”, recuerda.

El cineasta en su trabajo tiene una inviolable regla, primero es emocionar, divertir y espantarse a sí mismo con la historia y la imagen creativa, para después, transmitir esas emociones a los cinéfilos.

Créditos de fotos: Adriana Luna

 

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