Tras el éxito de la cinta Huesera en taquilla como en festivales, para la directora Michelle Garza Cervera esto es sólo el comienzo y no se confía, sigue estudiando, pero disfruta que lleguen más oportunidades tanto en México como en Estados Unidos.
“Tengo varios proyectos, pero no puedo platicar mucho. Estoy muy emocionada por ir a Estados Unidos, quiero conocer la forma en la que trabajan y aprender, pero deseo mantener mi identidad, por lo que estaré regresando a México, ya veré como malabarear mis tiempos”, contó la cineasta.
Garza fue invitada para hacer películas en el vecino país del norte, aún no puede dar detalles, además con la huelga de guionistas y actores de Hollywood todo se detuvo.
Por ahora, la directora prepara su segundo largometraje en México con la casa productora Piano, la cinta lleva el título de Palizada y también es de género, ahora aborda un tema de violencia intrafamiliar y socioeconómica, que a veces sucede mucho en Latinoamérica.
Aunque siente que ambas historias tocan temas de denuncia (Huesera habla del miedo a la maternidad), no cree en el cine como modo de hacer activismo, porque si bien sí tiene la capacidad de cambiar visiones, mentes y corazones, le parece un poco ingenuo pensar que su acción como cineasta es la misma que la de un activista que arriesga su vida.
AGRADECE NOMINACIÓN
Con Huesera sigue recogiendo frutos, al convertirse en la cinta más nominada de la ceremonia 65 de los Premios Ariel, con 17 candidaturas, la cual se realiza esta noche en el Teatro Degollado de Guadalajara, Jalisco.
“Es un honor, ha sido una sorpresa cada paso del camino. Esta película se hizo con mucho amor, con un equipo brillante que confío en algo que por momentos era muy arriesgado. Estoy muy agradecida y honrada de que la Academia le haga un reconocimiento de este nivel a una película de género porque tampoco es tan común”, dijo.
MAAZ