GUANAJUATO INTERNATIONAL FILM FESTIVAL

El cineasta Luis Estrada comparte sus vivencias

El cineasta recibió un tributo en el Festival de Cine de Guanajuato, en donde habló de lo que ha aprendido hasta el momento

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Créditos: Especial

El Guanajuato International Film Festival (GIFF) terminó el domingo las actividades de su edición 26 en la primera de sus sedes; el municipio de León. Desde ayer se trasladó a San Miguel de Allende, donde se realizó una alfombra roja para dar el segundo banderazo de salida.

Para celebrar más de dos décadas ininterrumpidas, el GIFF rindió homenaje a Luis Estrada, cineasta que prefiere ser "el merolico" de la industria para atraer a los espectadores a las salas, como hacen los vendedores en la calle, con su verborrea. El creativo se ganó su tributo por poner su arte al servicio de "la libertad de expresión".

Desde que compartió aulas en la Escuela Nacional de Artes Cinematográficas con Alfonso Cuarón y Emmanuel "El Chivo" Lubezki; tras trabajar con Guillermo del Toro, o cuando recibió la oferta de un millón de dólares para enlatar "La ley de Herodes"; Estrada tiene claro cuál es la mayor enseñanza que le dio el cine.

Luis, quien es un apasionado del séptimo arte desde niño —gracias a don José, su papá, a quien perdió por un infarto—, analiza en entrevista con Escena que desde aquella infancia, hasta ahora, tras afrontar su expulsión del CUEC o el que sus películas fueran "pirateadas" en mítines políticos, no toma nada por sentado.

"No doy nada por seguro. Siempre es un misterio, una incógnita, nadie tiene certeza sobre lo que va a pasar con una película y eso de alguna manera forma parte de una cosa mágica. De pronto filmas, encuentras público y se vuelve un evento; luego algo que pensabas que sería un éxito sin precedente, pasa sin pena ni gloria", dice Estrada.

El cineasta está acostumbrado al éxito, que ha logrado a través de la sátira política y de incomodar con verdades, pero también por el hecho de mantenerse firme a defender su obra, así sea frente a un gigante del streaming como Netflix, con el que rompió (en los mejores términos) por la exhibición de su filme "¡Qué viva México!".

Las plataformas, asegura Luis, no son los mejores espacios para el cine. "Lo que pasó alrededor de '¡Qué viva…!' lo dejó claro, creo que no es el mejor lugar para que una película se posicione en el imaginario colectivo… Tengo, a lo mejor, una visión muy romántica del cine, la de otro tiempo", reflexiona.

Esa perspectiva de Estrada es ver los largometrajes en la gran pantalla, "porque impactan mejor al espectador, están viendo la película con todos sus sentidos, se vuelve una experiencia colectiva", analiza, aunque agrega también que es un riesgo "pensar que todo tiene que ser de una sola forma. Las cintas tienen que buscar su camino".

En el caso de los servicios de paga, para el realizador lo más importante es que haya espectadores que superen al algoritmo, ya que considera que habrá filmes que no obedezcan a los intereses de las plataformas y por eso son condenados casi a la inexistencia, por eso exhorta a que se evite ese "gran peligro".

Estrada abunda en que a la par se debe evitar que el único cine que se vea es el de fenómenos de mercadotecnia, como "Barbie". "Le van a buscar 'tres pies al gato' y hablar de que es la gran película feminista, pero también es parte del marketing. El riesgo es que, por la infantilización, deje de haber un cine con temáticas provocadoras", finaliza.

Estrada en números

  • 61 años de vida.
  • 42 años de carrera.
  • 1990 estrena su ópera prima: El motel de la muerte.
  • 4 premios Ariel tiene en su carrera, dos como Mejor Director.
  • 1 Cruz de Plata del GIFF.
  • 1 Medalla de la Filmoteca de la UNAM.

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