Héroes del Silencio estaba en la cumbre de su carrera en el año 1996. En esa época, tal como lo afirma el propio Enrique Bunbury que pronto estará de vuelta en los escenarios, tocaban la cima de su popularidad musical en Latinoamérica y con miras a penetrar el mercado asiático, específicamente, querían llevar sus canciones a Japón. A la par, el mismo frontman acepta que su auge en España y el resto de Europa ya había tocado el pináculo tiempo atrás, pero se mantenían vigentes y con la promesa de un nuevo álbum.
En este entorno convulso donde los integrantes se vieron desprovistos de sus figuras paternas tras la pérdida de Martín Druille y los excesos con las drogas de Ignacio "Pito" Cubillas -mánager de gira y mánager general, respectivamente-, fue que se avisó en enero de 1996 que la banda se desintegraría.
La ocasión quiso que Tijuana fuera la sede de la reunión entre los integrantes de la banda para decirse a la cara que no iban más, pero fue hasta septiembre de ese mismo año que lo hicieron oficial. Todo esto y más fue revelado por Enrique Bunbury en la entrevista que Roberto Martínez le realizó para su podcast Creativo.
Un mánager drogadicto para una banda que perdió el rumbo
Durante un tramo de la charla entre Enrique Bunbury y Roberto Martínez, el músico expuso los detalles que llevaron a la separación de Héroes del Silencio. En sus palabras, no fue una sola razón la que provocó el final y, para ser sincero, aceptó que en buena medida todo se desencadenó desde el accidente en tour y fallecimiento de Martín Druille, su mánager de giras y una de esas personas que era el confidente del grupo, como un padre en el difícil mundo de rock.
Aunado a eso, Enrique recordó la historia con Ignacio "Pito" Cubillas, mánager a quien no nombra pero sí destaca por sus severas adicciones a las drogas que les llevó a quedar sin representante, sin la persona que solucionara todo lo que ellos no podían.
En ese entorno la banda viajó a Inglaterra para escribir canciones del nuevo disco.
“Nos fuimos a escribir las canciones del álbum a una casa en Inglaterra y durante ese proceso nuestro manager desapareció y no lo localizábamos de ninguna manera; tuvo problemas excesivos con las drogas”, contó Bunbury.
Tras quedar varados en medio de una gira y sin mánager, Bunbury recordó el caos que se presentó para ellos tomando decisiones que "Pito" Cubillas absorbía.
“Todos estábamos en ese mundo, él profundizó de una manera preocupante. Fue un poco encarar la situación y le dije que cuidara de su salud para poder estar activo con nosotros, con la banda”, reveló sobre la charla con Ignacio.
Cabe recordar que Ignacio "Pito" Cubillas era en ese entonces uno de los mánagers más poderosos de la época, pero no fue él quien descubrió a la banda. Este reconocimiento es para Roberto Azorín Durruty y Gustavo Montesano, dos argentinos que migraron a España para hallar la fortuna.
Para ser precisos, Azorín Durruty contó en entrevistas en España que el 24 de abril de 1986 conoció a Héroes del Silencio. Luego de esto y tras tener sus primeras grabaciones, les vieron tocar en vivo el 10 de enero de 1987, noche en que decidieron llevarlos al éxito. Para el 24 de enero de ese año los firmaron para representarlos y producirlos los siguientes 4 años.
Lo anterior no se concluyó puesto que Azorín y Montesano se desvincularon de Héroes el 1 de julio de 1989, fecha en que Ignacio "Pito" Cubillas los firmó y decidió que el siguiente disco, "Senderos de traición", fuera producido por Phil Manzanera.
Pierden su figura paterna y México marcó el principio del fin
Cuando Héroes surgió en 1984, Enrique Bunbury apenas tenía 16 o 17 años. Para cuando se separaron apenas había cumplido 29. Fue así como el "Tour Avalancha" les llevó al límite, con cada integrante tomando decisiones que les sacaban de los acordes y les metían en las facturas y las hojas de ruta de viaje.
“Estábamos peleados contra todo el mundo y no teníamos manager; empezamos la gira por Italia y eso llevó al fin de la banda. Manejar entre nosotros todas las decisiones puso sobre la mesa una serie de problemas que los manager van esquivando”, confesó.
Con la soledad como compañera, la banda había perdido a sus héroes y el silencio se había apoderado de ellos. Incapaces de expresar algo con esas figuras paternas que les dotaban de calma dentro del caos del rock, el grupo llegó a Tijuana en enero de 1996 y ahí se tomó la decisión de separarse.
“Toda la gente que nos pudo proteger y guiar, desaparecieron del mapa y nos quedamos solos. Todo llevó a una pelea interna. La primera vez que hablamos de una separación fue en Tijuana, en la gira por México y Latinoamérica, en enero del 96"
"Más delante tuvimos una reunión en donde intentamos salvar los muebles, no lo logramos y decidimos ya definitivamente que sería la última gira. Seguimos de gira sin decirle nada a nadie”, culminó.
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