Minuto a minuto: Los Fabulosos Cadillacs en el Zócalo de la CDMX

Rumbo al final del concierto sonó uno de los temas que más aplausos se llevan cada vez que la interpretan en vivo. "El Satánico Dr Cadillac" ya anunciaba la despedida de la banda, pero con un ritmazo impresionante que emocionó a los presentes, y les hizo creer que se trataría de una eterna noche de rock n roll.

Y no podían irse sin hacer un canto a la unidad, no solo a la unidad familiar, de amigos, de hermanos, si no a la unidad del pueblo, un llamado al respeto mutuo y a la lucha con el tema "Yo no me sentaría en tu mesa", cantada por Flavio Cianciarulo y Vicentico en el bajo.

"Esto fue el León del Ritmo, LFC", fueron las últimas palabras de la banda antes de abandonar el escenario.

Luego de un breve receso para descansar e hidratarse, la banda volvió al escenario e hicieron un completo desastre en el público al interpretar "Mi novia se cayó en un pozo ciego", una de sus rolas más longevas y de las favoritas del público. La euforia fue total.

Y no contentos con ello, aventaron el clásico "Vasos Vacíos" que interpretan junto a Celia Cruz cuando su carrera apenas despegaba tanto local como internacionalmente. La gente, no dudo en sacar sus celulares para inmortalizar tan bello momento, en una noche de locura total.

"Matador" y "Mal Bicho" enfinalon el concierto rumbo a su extinción. Se podía ver entre el público miles y miles de manos levantadas y meneándose de un lado a otro, mientras la banda lanzaba sus poderosas líneas combativas.

"Bailemos y dejemos todo lo tengamos. Somos mucho, es difícil, pero si logramos hacer unos segundos de silencio y buscar el poder de todos los espíritus, ustedes sabrán dónde explotan los corazones", fue la dinámica de Vicentico, haciendo que más de 60 mil personas hicieran por unos pequeños segundos un silencio sepulcral.

Luego entre unos vientos llenos de salsa y una feroz persecución, siguieron las canciones de protesta en el Zócalo. La historia de éste héroe anónimo que agazapado es asesinado por las autoridades, por el solo hecho de pelear por un mundo mejor, fue una de las letras más cantadas, y más sentidas por los presentes.

"Soy la voz de los que hicieron callar sin razón, por el solo hecho de pensar distinto", cantaban miles de voces a lo largo de la Plaza de la Constitución, mientras ondeaban banderas de Argentina, México, Colombia y otras partes del mundo.

La banda cantó su canción "V Centenario", un canto para todos aquellos ciudadanos del continente que murieron cuando llegó la conquista Europea. Hicieron así una pequeña protesta en contra del imperialismo, de las dictaduras y de la imposición de gobiernos en contra de los derechos humanos de la sociedad.

Siguieron la noche con "Carnaval toda la vida", una canción que le ha dado la vuelta al mundo, pues fue utilizada como parte de una campaña PLaying For Change Foundation. El baile no faltó entre la gente. Apenas cabía un alma en aquel espectáculo.

Las acciones siguieron en el Zócalo con su clásico "Número dos en tu lista", y con el tema "Saco Azul", llenando de alegría a más de 60 mil personas que se congregaron para escuchar sus canciones favoritas. El público desborda pasión.

"Siguiendo la luna" es una de sus más famosas interpretaciones, no es una sorpresa que por momentos, las voces del público igualaran la fuerza del micrófono de Vicentico. Seguramente más de uno se quedó afónico en este momento de la noche.

"Nadie que no haya estado aquí en estos segundos va a saber de eso. Solo es para nosotros, agradezcamos", dijo Vicentico, señalando a la imponente luna que se podía admirar en esos momentos sobre el Zócalo.

"Los Condenaditos" fue una de las partes más lentas del concierto. Con una marcha acompañada de lentos rasgueos en la guitarra, y una sección de vientos concisa, encabezada por Sergio Rotman, y un encore de teclado, con una interpretación medio rapeada del cantante estelar.

Le siguió otro gran clásico de la banda argentina. "El Aguijón" despertó en los fans unas brutales ganas de meterle duro al rock n roll, y se podía observar en el público ese ligero meneo de cuerpos que despertó la noche, seguido de una ovación de aplausos para el solo de trombón.

"Yo a vos no te creo nada, cómo vos vas a creer en mí. Universos de tierra y agua me alejan de vos", cantaba todo el Zócalo en la Ciudad de México. El impresionante coro de más de 60 mil personas hizo de la noche algo inolvidable para la banda, quienes se enfocaron en tocar únicamente sus grandes éxitos.

"Muchas gracias, esperamos que de verdad lo disfrute. Nosotros lo vamos a llevar siempre acá. Gracias hermanas y hermanos", dijo Vicentico en la primera oportunidad que tuvo de platicar con la gente por unos segundos.

Ante el tremendo calor de la CDMX, Vicentico optó por quitarse su gran abrigo para interpretar "El Genio del Dub", mientras alentaba a su banda a tocar mucho más fuerte, mientras el público lo animaba con sus aplausos, gritos y ovaciones.

Salió a flote el gran talento de su hijo, Florián, quien aventó el primer solo de guitarra de la noche. Uno de los momentos más destacados y enérgicos de la hermosa velada.

"El Muerto" fue pretexto perfecto para que toda la gente comenzara a lanzar las primeras señales de slam, con un bailecito tropical debido a su naturaleza rocanrolera. "Los Cadillacs" no pierden el toque, saben cómo hacer una gran fiesta. 

Ésta fue ligada inmediatamente con uno de los grandes clásicos. "Estoy harto de verte con otros" fue el pretexto perfecto para saltar, y ponerse un ratito melancólico mientras se cantaba a todo volumen.

"Cadillacs", "Manuel Santillán, El León" y "Demasiada Presión" son las primeras canciones que eligieron Vicentico, Flavio y compañía para poner a tono el Zócalo Capitalino, y que la gente diera sus primeros pasos. Empiezan a sacarle brillo a la Plaza de la Constitución.

La gente comenzó a acampar desde el jueves por la tarde, dejando en claro que había mucha emoción por verlos. Finalmente lograron llenar el lugar y probablemente compitan por el récord de asistencia con los recientes reyes del mismo, Grupo Firme.