Hace 40 años, el cine mexicano vivía una época oscura que inició con la paulatina destrucción de la infraestructura cultural y siguió con el incendio que sufrió la Cineteca Nacional en 1982, donde se perdió gran parte del acervo fílmico. Un año después, nació el Instituto Mexicano de Cinematografía que desde entonces se planteó como objetivo impulsar el cine nacional.
“Imcine llegó en un momento donde la producción nacional era vulgar y lepera, para empezar a hacer cine de autor y un aliciente para la producción independiente que vio en el instituto un medio de distribución y desarrollo para terminar de gestionar y hacer sus películas”, recordó el crítico de cine José Antonio Valdés Peña.
Para el también maestro, esta institución ha sido la cabeza de la industria nacional, porque es de donde surge la política cinematográfica sexenal y es el encargado de difundir las producciones tanto en el interior del país como en el extranjero. Además, durante todos estos años ha sido dirigido por 11 distintas personalidades relacionadas al cine mexicano que de alguna u otra manera han creado estrategias a favor.
Las tres directrices en las que trabaja el Imcine son las óperas primas que siempre son difíciles de arrancar, también apoya el cine documental, el que está afianzado en la realidad y que constituye una parte importante de su producción, y finalmente el cine de autor.
Sin embargo, su principal debilidad es que al depender presupuestalmente del gobierno nacional, está a merced de operar con el dinero que se le asigne, y muchas veces esto afecta el cumplimiento al cien por ciento de sus labores.
“Pero por más limitado que esté su presupuesto, Imcine siempre está al frente, es la cabeza del sector… Siempre ha habido personas que han sabido llevar el instituto por buen camino”, agregó Valdés Peña.
El actual problema de la industria nacional, según el crítico, es que si bien cada año se hacen más de cien películas, en los últimos dos años superó las 200, las películas que llegan a las salas son muy pocas, y en su mayoría duran un corto tiempo, por eso lo más importante es crear leyes sobre la exhibición.
CELEBRAN CON CINE
María Novaro, actual directora de Imcine, señaló que si bien el principal obstáculo de este sexenio fue la pandemia que afectó en 2020, en los siguientes dos años la industria se recuperó.
“Las buenas noticias es que en 2021, 2022 y ahora este 23 va para arriba todo, estamos creciendo. Los apoyos están funcionando muy bien, se suman más películas y proyectos relacionados. Acabo de regresar de Xalapa, Veracruz, donde hay dos cines pequeños creados con Focine. Entonces es lo que celebramos que el cine mexicano se haga y se vea”, afirmó Novaro.
El Fomento al Cine Mexicano (Focine) es un programa presupuestario de subsidios que nació en el año 2021 y que sustituyó a los dos fideicomisos que operaban hasta 2020, Fidecine y Foprocine.
- Su primer director fue Alberto Isaac, una figura muy querida por el medio cinematográfico.
- En 1989, el instituto se incorporó al Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta).
- En los 90, fomentó el Nuevo Cine Mexicano y ayudó al debut de 21 directores.
- En 1997 se creó el Fondo de Promoción Cinematográfica (Foprocine) para incrementar la producción.
- 11 directores ha tenido en 40 años.
- 2018 entró María Novaro, la actual dirigente.
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