El Cine de Ficheras fue un periodo en el que se gestaron cientos de talentos que durante años conquistaron la gran pantalla y que debido a su éxito migraron a otros formatos, tal es el caso del teatro o la televisión. Este es precisamente el caso de una de las vedettes más recordadas de aquella época, hablamos de Olga Breeskin, quien se consolidó como toda una diva mexicana muy querida en tierra Azteca, esto a pesar de que era de origen ruso.
Su talento y belleza la llevaron a ser considerada como un sex symbol de la década de los setenta, algo que se completó con su enorme talento para bailar y ser centro de los reflectores. De hecho, fue considerada como una de las vedettes más exitosas de todos los tiempos en México. Su talento no sólo se vio reflejado en su capacidad escénica, sino que desde joven mostró talento por la música, esto principalmente como una pasión heredada ya que es hija del violinista y director de orquesta ruso, Elias Breeskin.
Desde temprana edad sintió atracción por el mundo del arte, así que Olga se convirtió en una joven prodigio del violín, afición que más tarde le permitiría sostener a su familia, pues fue hasta después de un largo camino por restaurantes y bares finalmente saltó a la pantalla chica en un comercial de Televisa. A partir de este momento tomo fama, misma que creció de la mano de Raul Velasco, quien la invitó en varias ocasiones a su programa de televisión, en donde tocaba el violín, aparecía bailando y cantando con ajustados leotardos.
Triunfó pero lo dejó todo por la religión
Luego de aparecer por primera vez ante las cámaras, la joven tuvo muchos proyectos, pero su temporada más exitosa fue en la década de los años 70, período en el que vio florecer sus mayores triunfos, a los cuales llegó derivado de su talento musical y escénico en películas. El cariño que la gente le tenía la llevó a tener su propio programa en Televisa y "El show de Breeskin" fue un éxito dentro de la televisión, mismo que inmortalizó el tema musical de apertura "Todos queremos ver a Olga". Luego, tras su éxito "Nora la rebelde" a principios de los años 80, pasó poco tiempo para que la famosa se mudara a Las Vegas en EU, donde comenzó a desaparecer poco a poco de los reflectores y luego de enfrentar la muerte de su madre.
A partir de este duro momento en su vida, la atractiva vedette de los 70 decidió dejar atrás la fama y la vida de celebridad una vez que tocó fondo en su carrera, sumida en su adicción al alcohol y perdiendo gran parte de su fortuna debido a su adicción por las apuestas. Esta circunstancia la llevó incluso a vivir en un cuarto de servicio luego de haber gozado de una gran fama y fortuna a lo largo de años de trabajo. Fue así que luego de un duro periodo de adicciones, la vedette mexicana se convirtió al cristianismo, el cual que ha afirmado que la salvó de la muerte, por lo que hasta la fecha sigue dedicada a la religión y enfoca su música al servicio de Dios.
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