Una de las cintas que más ha destacado desde que se estrenó en Netflix en octubre del año pasado es Sin novedad en el frente, dirigida por Edward Berger, la cual recientemente recibió siete premios BAFTA y está a la espera de algunos otros durante la 95 edición de los Oscar, que se llevará a cabo el domingo 12 de marzo.
Este filme claramente antibélico ha recibido diversas críticas y comentarios por parte de medios especializados y expertos en cine, uno de ellos es Hollywood reporter, que destaca los efectos especiales, su "inquietante belleza visual" que puede apreciarse en algunos momentos, así como la fotografía. También refiere que se trata de "una experiencia visceral", aunque al final no es tan dura como otras películas de guerra modernas entre las que se encuentra 1917 de Sam Mendes.
Por su parte, en Empire online señalan que Sin novedad en el frente "está increíblemente filmada" y que sus valores de producción compiten con los de 1917. De igual forma, reconocen la "dura" dirección de Berger, que logra describir a la guerra en las trincheras como un "fracaso" que cala "hasta los huesos", y que es producto de generales "irreflexivos y ególatras".
La revista Fotogramas reconoce la labora del director, al llevar a los espectadores entre la vida y la muerte a través de planos en los que la naturaleza se "muestra estéticamente impecable", en contraposición con escenas de los hombres en una zanja obligados a dar su vida por la patria. Por otro lado, indica que este largometraje invita a reflexionar sobre la humanidad y la sinrazón, en especial, con escenas donde Paul se enfrenta a un soldado francés a quien después intentar salvarle la vida al verlo agonizar.
El crítico y profesor de cine para la Junta de Colegios Mayores de Madrid, Javier Ocaña, quien escribe para El País, la cataloga como una "formidable versión" de la novela escrita por el alemán Erich Maria Remarque, a la que además su director le añade matices políticos a la historia original. Un poco de la mano con Ocaña, Ricardo de Querol, subdirector del mismo medio, califica a este largometraje antibélico de Netflix como un "portento técnico y emocional".
En el medio Collider la describen como una historia "profundamente personal dentro de una guerra espectacular", además afirman que a diferencia de otros filmes, esta se concentra en los personajes como piezas centrales de la narrativa. Aplauden que el director haya tomado la historia personal de Paul Bäumer como el punto central y que eligiera a Kammerer para dar vida a ese personaje.
El crítico de cine Diego Batlle considera que las escenas donde los soldados se enfrentan en las trincheras "están muy bien filmadas con bastantes planos secuencia", aunque no muestra nada que no se haya visto previamente en cintas como Rescatando al soldado Ryan, Nacido para matar y La delgada línea roja. Asimismo, apunta que la trama secundaria política es "bastante esquemática".
Finalmente, el guionista argentino y periodista de La Nación, Hernán Ferreirós, resalta los contrastes entre "la elegante y severa simetría" del interior de los palacios ante los ambientes "húmedos, viscosos y laberínticos de las trincheras", en las que los soldados no alcanzan "colores humanos" o entre esos escenarios grises, violentos y llenos de muerte de la zona de guerra frente a los hermosos amaneceres o escenas del bosque con niebla. Por otro lado califica de "contradictorio" que en el filme se muestren escenas técnicamente espectaculares de la guerra y al mismo tiempo sea antibélico.
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