Para los seguidores de Darren Aranofsky no es un secreto su tendencia a utilizar diversas referencias religiosas a la hora de montar sus historias. Muchas veces estas pueden pasar desapercibidas, aunque basta un poco de análisis para desentrañarlas. Su más reciente trabajo, La Ballena, estelarizada por Brendan Fraser y nominada a tres Premios Oscar, cuenta con este tipo de elementos.
Desde el inicio del audiovisual se puede ver que la historia de su protagonista, Charlie, está planteada por medio de varios días, los cuales son mostrados de manera intermitente, a lo largo de los 117 minutos que dura la producción. Estos momentos de la vida del personaje pueden verse como un símil de los últimos días de la vida de Cristo.
Si bien el hijo de Dios es mostrado en textos bajó un camino que lo lleva de la virtud a la resurrección, en el caso del personaje interpretado por Brenda Fraser, su senda es destructiva, aunque al final le permite redimirse de todos sus errores y pecados.
En ningún momento el director trata de decir que ambos personajes sean el mismo, ni que la historia de Charlie sea igual que la del integrante de la Santísima Trinidad, pero utiliza lo ocurrido como un conducto para narrar lo que pasa en The Whale. A continuación los detalles que podrían explicar mejor estos paralelismos a través de una lectura de la cinta.
La presentación del mesías
Para los católicos, la Semana Santa inicia con Jesús entrando en Jerusalén sobre un burro, lo cual lo hace víctima de suspicacias y críticas por parte de la clase política; sin embargo, la gente lo recibe con entusiasmo y la duda de que el hombre podría ser el hijo del Todopoderoso.
En cambio, a Charlie se le muestra por primera vez tocándose para llegar al placer y a punto de perder la vida debido a una insuficiencia cardiaca. Si bien no es una forma "elegante" de ser puesto en escena; sin embargo, la clase previa con sus alumnos en las que les habla de escribir algo honesto y la forma en la que pretende que le lean una reseña sobre el libro Moby Dick de Herman Melville deja al espectador el enigma de que este personaje sea algo más de lo que aparenta de manera inmediata.
La expulsión de los extraños
Durante el último lunes que Cristo vivió, se le atribuye la expulsión de los comerciantes del templo. Colérico, el mesías logró sacar a los vendedores que ofertaban sus productos, lo cual era para él una muestra de falta de respeto para la casa de oración en la que la gente hablaba con Dios y le pedía por ellos.
En The Whale, es Liz, la amiga de Charlie, quien lleva a cabo esta acción, pero al inverso. El templo del protagonista es su habitación, la cual tiene todo lo necesario para que acabe con su vida. Pese a que el joven Thomas, quien le lee el poema al inicio de la cinta, tiene como intención salvar el alma del personaje por medio de la palabra de la religión ficticia Nueva Vida, la mujer lo ahuyenta para que no interrumpa en el camino que él se ha impuesto.
La sentencia de muerte
Durante el último martes de Jesús, los sacerdotes y maestros de la ley buscan evitar que la imagen del profeta siga permeando en la gente, por lo que buscan alguna manera para reducir su influencia. Algunos conspiran inclusive para matarlo, debido a que le temían por que la gente ya lo seguía. Es en esta fecha donde también Cristo anuncia que morirá en unos días.
En el caso de Charlie, en la cinta se muestra el momento en el que el personaje busca lo que significan sus signos vitales y la insuficiencia cardiaca que Liz le había diagnosticado previamente. Esto es una sentencia de muerte para el protagonista. Además de esto, es su hija Eliie la que desde un inicio habla con él con insultos e inclusive le dice que debía haber muerto. Se niega a aceptar su influencia, a acercarse a él y además le pone como prueba que camine hacia ella como prueba del cariño que le tiene.
La conspiración
Durante este día, Judas, uno de sus apóstoles más fieles, acudió con los líderes religiosos de la zona y ofreció a Cristo por 30 piezas de oro. Esta conspiración fue el preámbulo para su crucifixión.
El personaje interpretado por Brendan Fraser experimenta algo similar al ser traicionado por Liz, quien llama a Mary, la exesposa de Charlie, quien quiere evitar que el protagonista entregue sus ahorros a su hija y además hace que esta salga del lugar pensando que no tiene ninguna otra excusa para estar en el lugar y aleja al hombre de su meta.
La última cena
Aunque hay evidencias científicas que apuntan a que la última cena se llevó a cabo un miércoles, históricamente se ha reconocido el jueves como el día en que Jesús se reunió con sus apóstoles a comer y a compartir sus últimos momentos de reflexión. Le lavó los pies a sus discípulos y posterior a esto fue detenido.
Al conocer el dinero que tiene ahorrado Charlie, Liz decide también dejar al hombre por su cuenta. Tras la despedida con su exmujer de limar sus asperezas, el estelar queda completamente solo, decide abandonarse a sí mismo en una comida que le ocasiona el vómito y termina por sentenciar lo poco que le queda de salud.
El juicio
El Viernes Santo es conmemorado como el día en el que Cristo fue puesto ante los sabios de Jerusalén, quienes decidieron que lo mejor era que lo enviaran hasta Poncio Pilato. El gobernante romano decide dejar en manos de la gente el destino del mesías y se lava las manos. Es entonces que el hijo de Dios realiza su viacrucis hasta el punto donde se colocó la cruz en la que fue clavado y desde la cual el soldado Longinus le atravesó uno de los costados. Su sufrimiento fue extenso, pero en lugar de rogar por él mismo, se dedicó a pedir por los demás hasta que falleció.
El personaje de Brendan Fraser se presenta por primera vez ante sus alumnos encendiendo la cámara de su computadora. Al verlo, todos rechazan la forma en la que se ve, pero él expone lo que trató de enseñarles como último argumento. Al apartamento llegan Liz y Eliie; la primera de ellas desea pasar los últimos momentos con él, pero este se niega y le pide que lo deje a solas con su hija.
Es entonces cuando ella lo insulta y comienza a reclamarle por lo que escribió en el ensayo. Pese al sufrimiento que tiene el protagonista, solamente tiene buenas palabras para su descendiente. Ambos saben que él morirá, pero ella decide abandonar la habitación.
Muerte y resurrección
Una vez que Jesús murió, los apóstoles le pidieron a Poncio Pilato que les permitiera colocar el cuerpo del profeta en una cueva para que nadie se robara el cuerpo del salvador. Esta petición es aceptada, por lo que el cadáver es escondido y la entrada a este punto cubierta con una enorme roca. Sin embargo, el domingo fue imposible encontrar los restos del hijo de Dios, debido a que este había resucitado.
Para Charlie la situación parece terminar cuando su hija sale del lugar; no obstante, cuando esta comienza a leer el ensayo. Con esto, ella se da cuenta del mensaje que trataba de hacerle llegar su padre, quien por fin puede levantarse y llegar hacia ella con los brazos abiertos.
La película termina con una luz que ilumina toda la pantalla y una escena que rememora un recuerdo del protagonista, en el cual están su esposa, hija y él en la playa. Esta imagen, dice el personaje en la charla que tuvo con su esposa minutos antes, corresponde al momento más feliz de su vida.
Con esto se puede deducir que el resplandor que se muestra es un indicio de que murió al final como se había pronosticado durante toda la cinta; además de esto, que regresara a su lugar feliz es muestra de que logró volver a sentir la alegría que tuvo alguna vez en su existencia, lo cual en esta historia es una forma metafórica de haber resucitado tras pasar por una constante depresión.
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