Hace más de dos siglos, el inglés Charles Dickens escribió El Cuento de Navidad que narra la vida de un hombre huraño y duro que no le gusta celebrar esta época del año, hoy la obra sigue más vigente que nunca porque, ni la pandemia logró que las personas se enfocarán en ese lado humano, al menos así lo ve el actor Adal Ramones, quien trae de regreso la historia al Teatro San Rafael.
“Necesitamos abrirnos y quitar un poco la coraza que envuelve nuestro corazón para dar y recibir amor. A veces decimos ‘los quiero mucho’, pero nos negamos a convivir, encerrándonos en el mundo que nos proporciona una tableta o un móvil”, señaló.
Para el actor es común escuchar conversaciones donde todos se quejan de los regalos de intercambio o de tener que ir a casa del tío que a todos les cae mal, pero esto solo es un reflejo de lo egoístas que los adultos se vuelven, por eso cuando se enfrentan a El Cuento de Navidad en el escenario, con el poder de la orquesta, las canciones y los bailes, es un golpe directo al alma, al despertar.
“Hay muchos fans que están afuera esperando tomarse una foto y todos están felices porque la obra los conmovió, se sienten reflejados de alguna u otra manera”, dijo.
A Adal Ramones caracterizarse de “Ebenezer Scrooge” le toma cerca de una hora, ya que lo más complicado es el maquillaje que lo hace ver como un hombre mayor, el resto es la peluca canosa y no usa prótesis de nada, ya que con todas las capas de ropa que lleva, suda mucho.
“Me ponen unas patillas largas y con pura luz y sombras, maquillaje logra avejentarme, la caracterización nos lleva 40 minutos, pero es divertido transformarte y ser otra personas, creo que por eso las fiestas de Halloween son un éxito, pero como actores es seguir jugando como cuando eras niño”, agregó.
HONRA A SUS PADRES
Desde que era niño supo que quería entrar al mundo del entretenimiento y sus padres siempre lo apoyaron, lo llevaban a distintos talleres y asistían a todas sus obras en la secundaria, por eso hoy está feliz de cumplir varias de las promesas que les hizo en aquella época.
A su papá le dijo que tendría un programa como el de Johnny Carson con sus monólogos y aunque nunca pudo verlo, porque murió antes de que hiciera “Otro Rollo”, le dedicó cada uno de los programas. El actor también predijo que haría la obra “Sueños de un seductor” y logró montarla en los 90, durante su éxito en la pantalla chica.
Recientemente con este clásico de Navidad cumple otro sueño, ya que justo en dicho programa televisivo una vez al hablar de los intercambios y los pésimos regalos que hay, mencionó que en algún momento le daría vida a “Scrooge”.
MAAZ