“Con la familia las personas se permiten ser todo lo desagradable que con cualquier otra persona no, porque la familia siempre aguanta”, dice el texto con el que inicia la obra Dos locas de remate, protagonizada por las actrices Gabriela de la Garza y Susana Zabaleta, y para quienes tiene mucho sentido esa frase.
“Con nuestra familia siempre nos permitimos y tomamos ciertas licencias que sí cruzan la línea, pero nos enseñaron que tenemos que aguantarlo y no necesariamente tiene que ser así”, afirmó De la Garza.
La actriz da vida a una mujer caída en desgracia, viuda y en bancarrota, que dedicó sus mejores años al cuidado de su fallecida madre, pero Gabriela considera que estas costumbres están tan arraigadas en la cultura mexicana, que hay mujeres que hasta descuidan su propia vida por atender a los padres, cuando es una tarea que debería compartirse con todos los miembros de la casa y no sólo en la hija menor.
“Hemos avanzado mucho en algunas cosas, pero otras siguen muy arraigadas, lo veo con amigos profesionistas, que le cargan la mano a las hermanas pequeñas y ellas son las que se encargan de todas las tareas de los papás y creo que esta obra refleja esa realidad con la que el público se identifica”, detalló.
Considera que la gente hace catarsis por lo que plantea la historia entre estas dos hermanas, que con sus enredos y a través del humor negro, confronta a la audiencia.
“Con situaciones graciosas ponemos nerviosos a muchos, por eso esas risas que escuchamos, muchas veces son de incomodidad, pero me gusta eso, cambiar conciencias y sembrar semillas a través de la comedia”, afirmó.
Además, de esta puesta en escena, trabaja en el rodaje de la cuarta temporada de El Capo, la cual empezó a hacer aquí, pero viajará a Bogotá en las próximas semanas para continuar filmando, por eso con la obra sólo dará funciones cada 15 días en el Nuevo Teatro Libanés.
MAAZ