A finales de la década de los años 80 e inicios de los 90, había tres personajes a nivel mundial que dominaban las portadas de revistas, diarios, paparazzis y, se puede entender, eran los más famosos en todo el planeta. Una era Michael Jordan, otra era la Princesa Diana y el tercero era Michael Jackson.
La vida quiso que una ocasión los dos últimos se conocieran durante un evento benéfico organizado por una marca de refresco. De este encuentro, donde también estuvo presente el Príncipe Carlos (Ahora Rey Carlos III) surgió una breve pero curiosa amistad entre Michael y Diana. Eran dos auténticos íconos de la cultura pop y esa tarde lo mostraron al mundo cuando se plantaron uno frente al otro.
Michael conoce a los príncipes
Michael Jackson está de pie, con la tranquilidad que le caracterizaba cuando no estaba sobre un escenario. Ataviado como sólo él podía, el cantante espera al final de una larga fila. Más personas están de pie, ansiosos y a la espera de que la Princesa Diana y el Príncipe Carlos pasen y los saluden. Un recuerdo para la posteridad será, incluso para Michael.
El evento es benéfico y para recaudar fondos, patrocinado por una conocida marca de refrescos que también auspicia las giras de Michael Jackson. Éste, con su sonrisa, se alegra al ver a la distancia la figura esbelta y espigada de la mujer más fotografiada del planeta: Lady Di.
A su lado, también espigado camina Carlos, el príncipe que no duda en extender la mano a Jackson para conversar un rato con él. Distendido el de la realeza británica, contrasta con algo de nerviosismo que muestra el intérprete de "Thriller".
Diana conversa con Jackson y recibe regalo especial
Luego vino el momento más esperado por los fotógrafos cuando Michael y Diana se reunieron para platicar. El semblante de él lo dijo todo, al mirar a Diana a no más de medio metro de distancia se notó algo tímido de inicio pero feliz de platicar con ella. Entre charla y charla, se mostraron felices de conocerte.
Después de ello, la organización del evento les reunió para entregar un cheque de beneficencia. Acto seguido, Michael mostró un reconocimiento especial por las altas ventas de sus discos y, como obsequio, dio una chamarra del álbum "Bad" a Diana de Gales.
Así se conocieron Michael Jackson y la Princesa Diana.
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