Longeva fue la vida de la Reina Isabel II, tanto que los momentos captados de ella y su familia son inmensos y eternos para el pueblo británico. Es así que uno de estos momentos surge para rememorar cómo vivía ella a mitad del Siglo XX. Como una mujer que reinó Gran Bretaña, Isabel II se rodeó siempre de su familia para compartir todo lo que le hiciera feliz.
Es así que se destaca un video donde se puede ver a la reina en Balmoral, esa región donde recientemente eligiera descansar hasta encontrar la muerte. Fue ahí donde hace 65 años la Reina Isabel II fue con su familia, conformada entonces por su esposo, el duque de Edimburgo, así como sus pequeños hijos Ana y Carlos, este último actual Rey de Inglaterra y que en ese entonces fuera apenas un pequeño príncipe de 8 años que no imaginaba que 6 décadas después sería nombrado como el Rey Carlos III.
Reina Isabel II de vacaciones en Balmoral
Era septiembre del año 1957. La Reina Isabel tenía 31 años de edad y su pequeño hijo Carlos, el entonces príncipe tenía 8, casi por cumplir 9 en noviembre. Madre e hijo, inseparables durante las siguientes décadas y con destinos que en ese momento no podían siquiera imaginar, avanzaban entre jardines y pastizales para llegar a la casa de Balmoral, desde entonces la favorita de la reina cuando de vacacionar se trataba.
El video, que tiene 65 años de antigüedad y no suma audio, muestra claramente la interacción de esa familia real. Con la alegría de los pequeños y el cuidado de sus padres, se les ve arribar por el camino principal a la casa de Balmoral y recorrer la zona.
El Rey Carlos III, juega con vacas como un príncipe
Era un príncipe de apenas 8 años que gustaba de jugar a lado de su hermana Ana, de entonces 7 años de edad. Andrés y Eduardo, sus hermanos, llegarían al mundo en 1960 y 1964, respectivamente.
En las valiosas y curiosas imágenes, se les ve a Carlos y Ana jugando entre tupidos pastizales y gozosos del cálido día. No era para menos, a mitad del Siglo XX el mundo era muy distinto y la forma de divertirse de dos niños, incluso si eran de la realiza, se ceñía a correr, brincar e inventar juegos con su imaginación y algunos juguetes distantes de la digitalización actual.
Fue por ello que Carlos y Ana disfrutaron de las vacas y vaquillas que Balmoral les ofreció, en ese entonces aún sin ser el Palacio situado en Aberdeenshire, Escocia, que hoy es. Entre sonrisas y la sorpresa de poder jugar con ellas, Carlos eligió una pequeña para llevarla de soga en mano. Ana le siguió y juntos disfrutaron de esa mañana. El duque de Edimburgo siempre presente dio fe de que sus hijos estuvieran bien a alimentar a las vacas o jugar con éstas.
La Reina Isabel II admiró el momento que muy posiblemente atesoró toda su vida, eligiendo así a Balmoral como su última morada para decir adiós a un longevo reinado en Gran Bretaña.
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