A cuatro años de su última presentación en el Zócalo de la CDMX, Maldita Vecindad y los hijos del quinto patio regresaron al escenario para llenar de energía, fuerza, paz y baile a 110 mil personas que se dieron cita en el lugar.
La banda de más de 35 años de trayectoria ha conquistado a distintas generaciones, por eso entre el público se apreciaban familias con niños. Algunas personas, tomaron su lugar hasta adelante desde el mediodía, y aunque el gobierno pidió a los asistentes que usarán cubrebocas durante todo el show, pocos lo portaban.
La plancha del zócalo capitalino lució llena minutos antes de las 21:00 horas, cuando la banda subió, pero antes de arrancar, Roco hizo una breve ceremonia para pedirle permiso a los ancestros de la gran Tenochtitlán. Después de saludar los cuatro puntos cardinales, empezó la fiesta.
El piso de inmediato vibró con los primeros acordes de Solín, la gente empezó a saltar y bailar al ritmo de la melodía. Para Bailando y Quinto patio Ska, había círculos de paz y baile en varios puntos frente a Palacio Nacional.
“Esta pandemia nos da un llamado para reconectar con nuestra realidad basada en nosotros, por eso es importante la música y la cultura libre para llenar de alegría nuestro sistema inmune”, dijo el líder de la banda.
Después habló del resurgimiento de la energía femenina, la cual estaba tomando su verdadero lugar. “Este es el tiempo de las mujeres y de la energía femenina en todos los hombres que vuelve a despertar el cariño y amor de todo lo que amamos”, mencionó e invitó a la saxofonista Malena Ríos a tocar con ellos el tema Mujer.
Durante la noche también sonó Pata de perro, Los agachados y La Martiniana, con ésta última recordaron a Eulalio Cervantes Galarza, mejor conocido como Sax, el saxofonista de la banda que falleció el año pasado, y quien aseguró sigue vivo en el corazón de la gente.
Al cierre de esta edición también sonaron Don Palabras, Un poco de sangre y Pachuco. El concierto terminó con miles de personas en unidad y alegría.
MAAZ