Como muchas veces en el exclusivo mundo del espectáculo, las estrellas que hoy destacan en la pantalla de los mexicanos cuentan con una herencia cinematográfica de alto calibre. Tal es el caso de Rafael Sánchez Navarro, un actor de cine, teatro y TV, que ha llegado a los altos estratos de fama en la televisión y que su padre fue uno de los grandes íconos del cine de oro.
Sánchez Navarro nació un 11 de junio de 1958 en la Ciudad de México. Su padre, Manolo Fábregas, fue uno de los actores más reconocidos de la época dorada del cine mexicano por películas como "El mártir del calvario" de 1952 o "Una luz en mi camino" de 1939; aunque su linaje artístico no empieza y termina ahí. Su abuela, Virginia Fábregas, también era parte del mundo de la actuación y destacó constantemente en el teatro, donde se le conoció como la "Sarah Bernhardt mexicana".
Siguiendo los pasos de sus antepasados, Rafael Sánchez comenzó su carrera en espectáculo desde el teatro, donde formó parte de la obra "Cómo ser una buena madre judía" en 1978. Posteriormente desempeñó papeles en distintas telenovelas, aunque sería hasta los 22 años que encontraría un trabajo que lo pondría en el ojo de los mexicanos. Y es que la Televisa, una de las empresas televisivas más importantes de México, contrató al actor para participar en la telenovela "Secretos de confesión", donde compartió créditos con figuras como Silvia Pinal, Jorge Lavat, Augusto Benefico, entre otros.
¿Cómo fue la carrera de Rafael Sánchez Navarro?
En los inicios de su carrera, el actor buscó oportunidades tanto en el teatro como en la televisión. Su rostro pudo ser visto desde obras como "El hombre elefante" hasta telenovelas como "Por Amor", "Mañana es primavera" y "Bodas de odio". Sin embargo, sus papeles principales llegaron con "Dimitri" y "El cazador de demonios".
Desde aquel momento, la carrera del mexicano poco a poco comenzó a despegar. Sin embargo, fue hasta su interpretación de Santiago Ugalde en "Volver a empezar" que Sánchez Navarro se colocó por completo en la cima del éxito, pues en el proyecto estuvieron involucradas grandes talentos como Yuri, Chayanne y Guillermo García Cantú.
Pese al gran éxito internacional que tuvo la novela, Sánchez Navarro terminó por abandonar a la televisora que le dio sus primeras oportunidades y mudarse a su rival, TV Azteca, donde terminó de consolidarse como uno de los actores íconos de la telenovela mexicana que, hasta fecha, se mantiene en el gusto del público.
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