Viajeros en el tiempo, también conocida como Quantum leap o El salto cuántico, fue una de las series más queridas por los fanáticos de la televisión de la década de los 90. Las aventuras del Sam Beckett fueron sintonizados por millones de personas en todo el mundo y hoy en día muchos guardan recuerdos de haberla visto.
Sin embargo, lo que no muchos tienen presente es cómo fue que terminó este drama en el que un hombre vive un extraño fenómeno en el que su mente era transportada a otras personas a través del tiempo.
Si bien los episodios de esta producción fueron autoconclusivos, la cancelación de esta llevó a que el productor y guionista Donald P. Bellisario escribiera un final para este drama que solamente duró 97 capítulos que fueron divididos en cinco temporadas.
¿Qué fue de Rafael del Villar, el actor que interpretó a un hombre desfigurado con Thalía?
¿Cuál es la premisa del último capítulo?
Durante la última temporada de este drama, Sam (interpretado por Scott Bakula) terminó en el cuerpo de Elvis Presley, de un ayudante de Marilyn Monroe e incluso en el de su propio abuelo, pero para el último capítulo pasó algo extraordinario: saltó dentro de su propio cuerpo.
Los fans más acérrimos de esta serie recuerdan que una de las reglas dentro del show era que Buckett podía pasar a través de diversas vidas, siempre y cuando estas hayan vivido durante el tiempo que su propio cuerpo haya existido en el planeta.
Para incluir más misterio a esta situación, descubre que se encuentra en un misterioso bar, justo el día en que nació, lo cual haría imposible que pudiera verse a sí mismo como un adulto.
Albert Calavicci (encarnado por Dean Stockwell), su compañero en la aventura, descubre que en la Sala de Espera, donde Sam estaba físicamente, no hay nadie, lo cual enciende las alertas en el Proyecto Secreto Salto Cuántico.
Fernanda Castillo revela la VERDADERA razón por la que cancelaron "Monarca"
¿Cómo acabó la serie?
En el bar, el personaje se encuentra con varias personas con las que entabla diversos diálogos que son metáforas sobre la vida y buscar su propio camino.
Durante el capítulo se muestra que Sam se encuentra en una especie de realidad alterna, lo cual explica por qué puede estar presente como un adulto y en su cuerpo justo en el momento en el que acababa de nacer.
El más importante de los sujetos dentro del establecimiento es el cantinero y dueño del lugar, quien al final resulta ser Dios y le hace saber al protagonista que siempre ha tenido el control para controlar el lugar al que salta e inclusive volver a su vida original cuando lo desee.
El Todopoderoso le hace ver que la razón por la cual no volvía a casa era que inconscientemente tenía el deseo de ayudar a los demás, por lo que no tenía la obligación de saltar entre otros seres para arreglar todo aquello que saló más.
El cantinero le pregunta a Sam si en verdad quiere regresar a su propia existencia a lo que este contesta que sí, pero que antes quiere hacer un último salto.
Es entonces que Buckett decide ir al punto en que su compañero Al ocasionó su divorcio, así que evita la pelea con la esposa de su amigo y así le da la existencia que siempre había querido.
Al final, en lugar de regresar a su cuerpo, la serie termina con una pantalla en la que se menciona que el protagonista jamás regresó a su vida y terminó ayudando a la gente de manera indefinida por la eternidad.
Este final agridulce corresponde con la personalidad del personaje y además dio pie a una continuación de la historia; sin embargo, esta producción no pudo salvarse de la cancelación y ni con el furor de los remakes ha podido volver a ver la luz.
Sigue leyendo:
Hombre toma el hacha y se convierte en vikingo gracias a famosa serie de televisión