Dentro del mundo del cine existen diversas leyendas, una de ellas es la que rodea al legado de los hermanos Almada, se trata de Mario y Fernando, ahora son leyendas dentro del Cine Mexicano, pues son las personalidades más conocidas en el género de acción. Los intérpretes escénicos participaron en cientos de películas en las que se enfrentaron contra los villanos, sin embargo, pocos conocen que debutaron cuando eran tan sólo unos niños, pues filmaron una película de un director muy importante de la llamada Época de Oro, cinta que llegó a tener una segunda versión años más tarde.
Esta dupla causó mucho éxito durante la década de los años 70, 80 y parte de los 90, esto específicamente debido a que participaron del famoso western mexicano o chili western, nombre que recibían las cintas que tomaron de inspiración las temáticas del viejo Oeste estadounidense.
Fue gracias a sus papeles de justicieros que se hicieron de un elevado renombre dentro de las producciones que tocaban temas policiacos, sobre narcotraficantes y hasta políticos, esto hizo que los hermanos se posicionarán en el cariño del público de la época que ahora los recuerda a varios años de haberse despedido de la pantalla grande.
Respecto a sus inicios, se sabe que los consanguíneos son originarios de Huatabampo, Sonora, Mario Almada el 7 de enero de 1922, mientras que Fernando nació el 26 de febrero de 1931. Su familia era de orígenes humildes y se mudaban constantemente, pero desde jóvenes sintieron atracción por el mundo de los reflectores debido a que su familia tenía un lejano parentesco con María Félix.
Uno de sus primeros trabajos se dio en la película de Juan Orol: "Madre querida", de 1935, en donde tuvieron un pequeño papel, a partir de ese momento nunca más se alejaron de las producciones, donde al inicio aparecían como extras, pero poco a poco fueron tomando relevancia.
Mario Almada brilló como un galán en su juventud
En el año 2013 Mario Almada fue reconocido por la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas con el Ariel de Oro por su trayectoria. Durante 70 años de su trabajo, Almada también fue reconocido con los premios Ariel al Mejor Actor en dos ocasiones y la revelación del año en 1968, mientras que un año después, en 1969 fue galardonado como Mejor Actor Coprotagonista.
Frecuentemente, a Mario Almada se le recuerda con un rostro marcado por arrugas y con un cabello canoso bajo un sombrero, sin embargo, en sus inicios lucía como todo un galán y a pesar de que no existen muchas fotos de aquella época, lo cierto es que hay un retrato que forma parte del archivo del sitio IMDb en donde se muestra la galantería que portaba el sonorense.
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