Dentro de la época el Cine de Oro Mexicano hubo un sin número de actores que alcanzaron el éxito y que lograron robarse el corazón del público; sin embargo, dos de ellos tenían insólitas coincidencias además de sus fechas de nacimiento, ¿quieres saber de quiénes son?
Insólitas Coincidencias
Se trata de Pedro Infante y Andrés Soler, quienes nacieron el 18 de noviembre, pero en distintos años; "El ídolo de México" en 1917, quien se convertiría en uno de los actores más importantes de la industria cinematográfica, mientras que el "El Padrino" 1898, uno de los hermanos mayores de la Dinastía Soler, la cual estuvo compuesta por varios actores.
Ambos actores se caracterizaron no solo por su fecha de cumpleaños, sino por ser grandes estrellas de la pantalla grande durante aquella época, donde incluso, los histriones llegaron a compartir el escenario.
"Un rincón cerca del cielo", "No desearás la mujer de tu hijo", "Los hijos de María Morales" y "La Oveja Negra", fueron algunas de las películas más importantes en las que ambos participaron, aunque fueron nueve cintas las rodaron juntos.
Triunfaron en otros ámbitos
Además de triunfar en la industria del cine, ambos conquistaron otras ramas del espectáculo, por ejemplo, "El Ídolo de Guamúchil" fue un exitoso cantante del regional mexicano, donde su voz es particularmente reconocida a nivel internacional, mientras que Andrés Soler llegó a ser profesor de actuación y uno de los primeros que defendieron los derechos de los actores, siendo él uno de los fundadores del Sindicato de Actores, hoy conocido como Asociación Nacional de Actores (ANDA).
Coleccionistas apasionados
Otra de las coincidencias que ambos actores compartieron, fue su afición por coleccionar objetos, por ejemplo, cuando Pedro protagonizó "Tizoc: Amor Indio", le apasionaba comprar trenes a escala de juguete para exhibilos en una habitación donde le dedicó su pasión a este vehículo.
De acuerdo con la primera esposa de Infante, María Luisa León, desde que el actor empezó a tener remuneración en el mundo de la actuación, inició a comprar varias locomotoras con las que jugaba y mantenía en perfectas condiciones. Hasta el momento, se desconoce cuantos trenes llegó a coleccionar, aunque se rumora que pudo llegar a coleccionar más de 200 mil trenes, por lo que le tuvo que dedicar un cuarto solo a estos juguetes.
María Luisa confesó que Pedro Infante tuvo esta colección como un reflejo de las necesidades y la pobreza que sufrió de niño, ya que en su infancia jamás pudo disfrutar de juguetes tan modernos y novedosos como lo eran los trenes a escala.
Mientras que Soler tenía una afición por coleccionar figuras, especialmente con tener pequeños elefantes, quien llegó a tener más de dos mil piezas en excelente estado.
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