Una cicatriz en el rostro fue la marca que terminó por derrumbar el ego de Agustín Lara durante su juventud. Si bien siempre se sintió feo, la marca que le hizo en el rostro una de las mujeres con las que trabajaba en un burdel fue motivo de una amplia depresión por la que "El músico poeta" pasó durante varios años.
El amor de las mujeres se le negó en varias ocasiones por su apariencia; sin embargo, algunas de ellas abrieron sus brazos al compositor por su galanura y por la habilidad que cosechó con base en la práctica y un talento con el que nació para el piano.
Una vieja entrevista que le hizo “El Bachiller” Álvaro Gálvez y Fuentes, destaca el sentimiento de inferioridad que tenía el músico, quien aseguraba que incluso la gran capacidad que tenía para mover sus dedos sobre el teclado era una paga que le había dado el destino a cambio de no hacerlo apuesto o siquiera normal a los ojos de los demás.
"Sentí algo que no era mío, algo que quizá Dios me dejaba a cambio de mi fealdad".
Adjetivos como "cosa", "enclenque" o "débil" son los que usaba para definir su apariencia durante la juventud. Estos sentimientos se mezclaron con el primer gran amor que sintió el intérprete por una de sus patronas y su pasado tocando en los burdeles.
Angelina Bruschetta, una viuda de 22 años de edad, era la dueña de una cafetería en la que era necesario un pianista. Como sugerencia de un amigo, el compositor, quien entonces era menor de esta por unos meses, se presentó para el trabajo. Desde los primeros días tocando en el recinto comenzó a enamorarse de su jefa.
Fue en esa etapa tocando el instrumento para ella que comenzó a escribir canciones, la primera de ellas fue "Imposible", una pieza en la que el autor habla de la melancolía que sufría por el amor de una mujer, a la cual situaba en una casa de citas para hacer un símil de lo ocurrido en los años de su adolescencia, en las que amenizaba las noches con el piano.
¿De que se trata "Imposible"?
Yo sé que es imposible
Que me quieras
Que tu amor para mí
Fue pasajero
Dice el primero de las estrofas de la canción en la que el autor hace mención de un cariño que no es correspondido y que cualquier muestra de cariño hacia él es pasajero.
Y que cambias tus besos
Por dinero
Envenenando así
Mi corazón
La siguiente estrofa se refiere a la profesión de el objeto amado del cantante, una mujer que se dedica al sexoservicio, lo cual le incomoda al punto de que lo "envenena" ver dar sus caricias a otros.
No creas que tus infamias
Me perjuran
Incitan mi rencor
Para olvidarte
El autor asegura en esta parte que el amor que siente por la mujer a la que hace mención es suficientemente grande que es capaz e soportar insultos o mentiras que diga ella sobre él.
Te quiero mucho más
En vez de odiarte
Y tu castigo
Se lo dejo a Dios
La letra continúa con un mensaje desalentador, debido a que pese a que soporta el daño que le hace su amada, el protagonista de esta historia entiende que lo que hace ella es malo para él, ya que decide dejar en manos de Dios cualquier consecuencia que haya por sus actos.
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