Vicente Fernández es más conocido como El Chente o el Charro de Huentitán y fue uno de los grandes cantantes y actores de nuestro país y que logró trascender el mundo gracias a sus canciones. Fue uno de los grandes referentes del género mariachi, ranchero y marcó un antes y un después en la música. Además, su hijo Alejandro Fernández decidió seguir los pasos. El ya fallecido artista se caracterizaba por lucir lujosos trajes, que no eran para nada livianos y pesaban más de la cuenta.
El trabajo en la música a Vicente Fernández le valió de grandes reconocimientos como haber obtenido dos Premios Grammy, ocho Grammys Latinos, catorce Premios Lo Nuestro e incluso tiene una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood. En el año 2010, El Charro de Huentitán alcanzó la cifra de los 60 millones de copias vendidas en todo el mundo. A poco menos de cumplir un año de su fallecimiento, su legado quedó más vigente que nunca.
Vicente Fernández no sólo fue un gran cantante que trascendió fronteras sino que desde chico trabajó y tuvo varios oficios. Como tuvo que abandonar el colegio a los 12 años, el Chente tuvo que trabajar en el campo de Jalisco y luego cuando su familia se mudó a Tijuana, se convirtió en vendedor de calzado de un negocio familiar. Luego, tuvo otros empleos como lavador de coches, albañil, mesero y hasta bolero.
¿Cuánto pesaban los trajes de Vicente Fernández?
Una vez que se dedicó a la música, Vicente Fernández comenzó a tener popularidad y se hizo conocido por sus lujosos y llamativos trajes que tenía ciertas características como ser cocidos con hilo de oro, donde cada uno pesaba 10 kilos y en cada concierto utilizaba tres diseños distintos que eran realizados por Lucio Díaz Ugalde.
En relación a su sombrero, en su interior tenía una imagen de la Virgen de Guadalupe de quien era muy devoto, muchos de sus trajes los terminó regalando a jóvenes promesas y el único que el Charro de Huentitán conservó fue el que utilizó en el concierto que brindó en 1984 en Plaza México ante más de 54 mil personas.
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