CALARON DENTRO DE ÉL

Agustín Lara y las 3 heridas que marcaron para siempre la vida de "El Músico poeta"

El cantante tuvo una vida complicada protagonizada por la pobreza, el rechazo y la búsqueda de la libertad

ESPECTÁCULOS

·
El intérprete fue uno de los iconos más importantes en la música mexicanaCréditos: Especial

No fue una ocurrencia que a Agustín Lara se le apodara "El Músico poeta", basta con escuchar canciones como "Farolito", "María Bonita", "Amor de mis amores" o "Arráncame la vida" para notar la capacidad que tenía el autor para narrar historias por medio de los versos con los cuales acompañaba sus melodías. 

Si bien la fealdad que sentía como una de sus mayores características era su cruz lo hizo pasar malos ratos durante la infancia y la adolescencia, fue la música, así como la escritura las que lo hicieron darse cuenta de que podía ser atractivo a través de su talento. No obstante, desde joven tuvo que enfrentarse con heridas que superaban con creces a la imagen de sí mismo que no le gustaba ver en el espejo. 

Se convirtió en uno de los compositores más importantes en México. 

El rechazo de su padre

Como figura paterna, el compositor tuvo a Joaquín Lara, un médico militar que reproducía la severidad que le fue inculcada en el Ejército Mexicano con su hijo. Este, al ser un espíritu libre solía enfrentarse constantemente con él. La relación entre ambos se hizo insostenible cuando el joven entró en la adolescencia

Fue entonces que el muchacho decidió abandonar su hogar cargando únicamente lo que podía llevar en los bolsillos. Para ganarse la vida tuvo que dedicarse a varios oficios. La falta de dinero llevó a su progenitor a abandonar su hogar para partir hacia Europa con la ilusión de encontrar una forma de generar riqueza. Fue entonces que Agustín tuvo que regresar con su hermana y madre para convertirse en el proveedor de ambas. 

Cuando el señor Joaquín regresó a su casa en 1913, descubrió que su hijo trabajaba amenizando las noches en un prostíbulo, lo cual le causa una vergüenza tan inmensa que la única manera que se le ocurrió para rectificar sus pasos fue enviarlo a una academia militar. El joven no cumplió con las expectativas de su papá, así que decidió dejar esta instrucción y dejó de nueva cuenta su hogar. 

El no ser parte de lo que esperaba su padre, el no sentir un nexo con él y además de todo enfrentarse al rechazo y presión por querer convertirlo en alguien más marcó al cantante en diversas maneras. No solía hablar de su progenitor, pero es bien sabido que incluso intentó ocultar su lugar de nacimiento, ya que cuando le preguntaban en dónde nació, solía responder que llegó al mundo un 1 de octubre de 1900 en Veracruz, cuando sus documentos oficiales lo situaron el 30 de octubre de 1897 en la Ciudad de México.

Una cicatriz en el rostro

Desde joven había demostrado maestría en el piano al punto de que la maestra contratada para darle lecciones desde niño había renunciado al considerar que no tenía nada para enseñarle. Por tal motivo, fue la primera persona en la que uno de sus amigos pensó para proponerlo como el músico de una casa de citas. 

Sentado en su banquillo, el joven vio pasar a mujeres dedicadas a vender caricias y a los hombres que se gastaban hasta el último centavo en estas. No tenía ni 13 años cumplidos, pero ya cumplía una jornada que iba de las nueve de la noche hasta las dos de la madrugada. Ganaba en ese entonces dos pesos con cincuenta centavos cada día, además de las propinas. 

Al frente de todo ese ambiente de sensualidad, siendo confidente de las señoritas que trabajaban en el burdel, el intérprete germinó la semilla que lo llevó a desear convertirse en un músico famoso. Fue entonces que comenzó a crear sus primeras canciones, una de ellas, le ocasionó una cicatriz que jamás lo abandonó. 

La cicatriz fue un recuerdo amargo que conservó durante toda la vida. 

Estos lugares fueron parte de su vida hasta que llegó a la edad adulta. De ahí saltó a los cabarets, en los cuales comenzó a escribir sus propias melodías. Una de las primeras fue "Marucha", la cual dedicó a uno de sus primeros amores en ese ambiente. Los celos de haberse convertido en la musa del cantante por el que todas sentían estima hizo que una mujer reaccionara de manera violenta en contra de él.

Fue una chica a la que se conoció como Estrella la que tuvo el arrebato de interceptarlo y golpearlo con una botella rota en el rostro. Esta marca lo acompañó durante toda la vida y nunca trató de ocultarla con pañuelos, maquillaje u otro tipo de truco. 

Perdió un hijo

En 1917, el cantautor fue enviado de forma obligada al altar junto a Esther Rivas Eloriaga. El motivo de este matrimonio, como solía pasar en la época fue que ella había sido embarazada por "El Flaco de oro". Para evitar causarle un deshonor tanto ella como a su familia, el intérprete de "Solamente una vez" accedió a la boda. 

Tenía un talento nato para tocar el piano.

El primer heredero de Lara murió de manera prematura, por lo que decidió dejar la vida marital de lado y se divorció de su mujer. Desde entonces se dedicó a tener una compleja vida romántica con diversas mujeres, hasta que encontró en su camino a María Félix, con quien se casó y se hizo cargo de una niña llamada Rocío Durán

Tras su separación con "La Doña", el artista dejó pasar seis años para casarse con la joven, quien todavía no tenía 20 años de edad. De acuerdo con lo que ha declarado la mujer, el matrimonio se llevó a cabo para evitar que la gente especulara sobre su relación y ella decidió dar el paso junto con él. Al final esta unión fue anulada porque el cantante tenía una unión civil pasada que no había sido disuelta. 

Sigue leyendo: 

María Félix tuvo un marido del que decía era flaco y feo, ¿cómo la conquistó?

Agustín Lara tuvo brutales ataques de celos con María Félix y casi la mata