Pedro Infante es el máximo ídolo en la historia del cine mexicano. Su fama, su carisma, los éxitos que tuvo en la pantalla grande y el amor que le tenía el pueblo mexicano era incomparable. El ídolo de Guamúchil participó en grandes éxitos como "Pepe el Toro", "Dos tipos de cuidado", "Nosotros los pobres", "Tizoc" y "Escuela de rateros".
Pero “A Toda Máquina” fue una de las más representativas de su carrera, especialmente porque compartió créditos con Luis Aguilar, la otra gran leyenda del cine de nuestro país en ese momento. El largometraje se estrenó el 13 de septiembre de 1951 y fue dirigida por Ismael Rodríguez.
Se trata de un homenaje a la Policía de Tránsito de la Ciudad de México, institución a la que pertenecen los dos personajes interpretados por Pedro Infante y Luis Aguilar. La química dentro de la pantalla fue magnífica y el resultado inmejorable, pero la historia fuera de los foros de grabación era un poco diferente, Pedro Infante y Luis Aguilar nunca concretaron una buena amistad.
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¿Cuál fue el problema entre Pedro Infante y Luis Aguilar?
En la historia, los protagonistas no tienen una relación muy cercana, pero al final de la película son dos personajes muy afines y se llevan muy bien. Pero en la vida real fue muy diferente.
El gran ídolo de México y "El Gallo Giro" nunca pudieron hacerse amigos. Esto en gran medida por decisión de Pedro Infante, porque siempre evitó tener una relación cercana con Aguilar, incluso cuando pasaban tanto tiempo juntos en los foros de grabación. Pedro Infante siempre fue muy amable, pero nunca intentó consolidar una relación más cercana con su coprotagonista.
Pedro Infante siempre fue una persona muy solitaria y, en los descansos de las filmaciones, prefería hacer ejercicio, salir a caminar o estar solo, en lugar de convivir con los demás.
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