En México, 14 personas desaparecen al día, lo cual representa un crudo panorama que ahora es retratado a través de “Ruido” una cinta de la directora mexicana Natalia Beristáin, quien retrata una cruda historia a través de la ficción (con matices de documental) con el objetivo de abrir conversaciones entorno a un tema que involucra a todo el mundo, no sólo a las familias de desaparecidos.
Durante una conferencia de prensa en la vigésima edición del FICM, la realizadora de este largometraje aseguró que su película le habla a la población en general, pues a través de su cine que refleja una realidad latente y necesaria someter a reflexión, además de que la película (que en noviembre estará disponible en Netflix) es un manifiesto que invita a deshacerse de la apatía e indiferencia ante el dolor de las víctimas.
“A través de este ruido queremos que se haga eco alrededor de una lucha donde orgullosamente nos sumamos para poder visibilizar a los desaparecidos y a la titánica tarea que hay detrás de las colectivas buscadoras”, aseveró la directora
Durante la charla estuvieron presentes Karla Badillo, Teresa Ruiz y Julieta Egurrola, protagonista de la historia que sigue a Julia, quien encarna el papel de miles de madres, hermanas, compañeras y parientes que han sido afectadas por la desaparición forzada.
Una cinta que muestra la sororidad
A este personaje le toca sufrir la letanía de buscar a su hija Ger, encarnada por Teresa Ruiz, en un espacio que no deja de mostrarle hostilidades, en el cual al buscar más, encuentra cada minuto más dolor. Pese al duro camino, la madre se encuentra con la ayuda de distintas mujeres con las que forma una cadena de ayuda que la hace sentirse menos sola en su desesperada pesquisa.
Egurrola, quien es madre de la directora del filme, invitó al público a que se sumen a ver esta película llena de rudeza y fortaleza, sin embargo, destacó que a pesar de ser una producción repleta de dolor, también retrata los matices de convivencia entre las madres buscadoras, las risas y las charlas, algo que en su contexto se convierte en un acto de rebeldía.
El guión de esta película lo escribió Natalia Beristáin en compañía de Alo Valenzuela, además de que la directora aseguró que durante el proceso de preparación de la película entendió que es una ficción un poco híbrida debido a que narra un compilado de historias reales, por lo que tiene matices propios de un de documental.
“Creo en el infinito poder de la ficción, la cual me permitió hilar muchas historias que fui conociendo, de historias de búsqueda, de madres que entregan su vida a seguir rastros de sus seres amados”, puntualizó.
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