REALEZA

Mantén la respiración antes de conocer a Oliver Hoare, el supuesto amante de Lady Di y amigo del rey Carlos III

La realeza en su versión más cruda. Infidelidades y obsesión de Diana Spenser.

ESPECTÁCULOS

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Lady Di.Fuente: Instagram @princesdianaa

Sabido es que Lady Di debió soportar las infidelidades del ahora rey Carlos III. La joven Lady -devenida en princesa por su matrimonio con el heredero- no tuvo un matrimonio feliz y ella misma lo confesó en una entrevista para la BBC. "Bueno, éramos tres en este matrimonio, así que estaba un poco abarrotado" explicaba la princesa del pueblo.

La relación entre Carlos III y Camilla Parker-Bowles era conocida por Lady Di inclusive antes de su matrimonio. El día del mismo en la Abadía de Westminster, la actual reina consorte estaba presente. Una joven inocente de 18 años se incorporaba a la familia real de la manera menos feliz.

Carlos III y Camilla. Fuente: Instagram @theroyalfamily

Sin embargo, hay un personaje en la historia que aparentemente se llevó un secreto a la tumba. El comerciante de arte Oliver Hoare fue uno de los hombres que atrajo la atención de la Lady Di, princesa de Gales. Fallecido en Paris a sus 73 años en el año 2018, elegante y en silencio nunca reveló la verdad de la supuesta relación.

Agitados fueron los días de Lady-Di luego del divorcio consensuado y autorizado por el Palacio Real y el Gobierno británico. Pero aún más agitado es el rumor de que a Oliver Hoare lo encontraron desnudo -escondido- detrás de una maceta en el palacio de Kensington, la residencia de la princesa real.

Lady Di. Fuente: Instagram @Lady.diana._

Oliver Hoare mantuvo una profunda, pero -aparentemente- poco sincera amistad con Carlos III. El galerista sufrió la obsesión de Diana que según algunas versiones llegó a llamarlo alrededor de 300 veces a su casa matrimonial. La princesa reconoció en la recordada entrevista haberlo llamado, pero solo una media docena de veces, lo que confirmó la relación entre ambos. La reputación de la princesa quedó dañada, pero Hoare apenas llego a algunas tapas de la prensa amarilla.

Finalmente, la vida de la princesa tuvo su fin en un complicado accidente de tránsito también en Paris, como una ironía del destino, dejando a los pequeños príncipes William y Harry sumidos en la tristeza.