Detrás del enorme éxito de Hollywood en los años 50 se ocultan historias, suicidios, muertes y escándalos que, como sucedió con las trágicas muertes del elenco de "The Conqueror", quedaron enterrados en el tiempo.
En 1954, el cine de hollywoodense despegaba con fuerza. La película "El Conquistador de Mongolia" (en español) llegó a taquilla con un éxito arrasador que se vio opacado por la crítica. El productor Howard Hughes y el director Dick Powell pretendían rodar las escenas del filme en los increíbles escenarios de Asia Oriental, pero la recién desatada Guerra Fría cerró definitivamente esa puerta, acercándolos poco a poco a su sentencia de muerte.
John Wayne, quien protagonizó la película y dio vida al personaje de Temujin, se encontraba en el punto más alto de su carrera, al igual que Susan Hayward, el mexicano Pedro Armendáriz que también prosperaban en el gremio.
A la sobra de un final radioactivo
Al cerrarse la puerta del viaje a Mongolia, los productores decidieron hacer las escenas al oeste de Estados Unidos. El estado de Nevada brindó los escenarios suficientes para concretar el filme, pero el costo a pagar del rodaje resultó ser altamente peligroso: una zona nuclear estaba cerca de las locaciones de rodaje y enfermaría sin remedio a la producción
En total 220 personas del staff, entre ellas el director, fueron diagnosticados con cáncer y otros 46 empleados fallecieron por diferentes variantes de la enfermedad, haciendo que "The Conqueror" pasara a la historia a la sombra de esta trágico final.
Las escalofriantes muertes del elenco
El actor Pedro Armendáriz no solo terminó su vida en un trágico suicidio. Durante el rodaje de "The Conqueror" sufrió un duro accidente, tras haber sido pisoteado por caballos al caer en una escena y, tras estar expuesto a la radioactividad, se le diagnosticó cáncer de hueros agresivo en fase terminal.
A pesar de que su carrera continúo tras la película. El mexicano comenzó a sufrir terribles dolores que acabaron poco a poco con sus ganas de vivir y, mientras se encontraba en un hospital, se quitó la vida con una pistola.
Susan Hayward, protagónica de la película, murió también de cáncer a los 56 años. La enfermedad había atacado fuertemente su cerebro e hizo metástasis al resto de los órganos.
De igual manera, un terrible cáncer de estómago atacó la salud de John Wayne en 1978. El actor trató de enfrentar la enfermedad, pero esta se extendió a su hígado y páncreas y , a pesar de todos los esfuerzos, murió a los 72 años de edad de un carcinoma en el pulmón.
Como ellos, cientos de personas expuestas a la radiación de Nevada fallecieron a causa de cáncer. Lo que parecía ser la solución a un simple problema de escenografía culminó en un episodio de muertes y patologías que atacaron a la producción sin piedad.