Dentro del cine mexicano específicamente en la Época de Oro, diversos artistas emergieron y mostraron talento a pesar de ser tan sólo unos infantes, pues muchos de estos niños quedaron inmortalizados en la gran pantalla gracias a sus impecables actuaciones y talento inigualable.
Algunos de ellos continúan siendo referencia de un sin número de clásicos; sin embargo, no muchos siguieron con la vida de fama, pues algunos de estos talentosos niños se apagaron luego de sus apariciones en la gran pantalla.
Cabe destacar que algunos de estos niños que fueron referentes del momento más exitoso del cine en México, al crecer se dedicaron a varias cosas, pues perdieron el interés en seguir en los caminos actorales, e incluso algunos de ellos vieron apagar su luz que los llevó al éxito en una de las épocas más prolíficas del cine en México.
En este sentido, cabe destacar que hubo actores que destacaron por su simpática y tierna imagen en el mundo de la actuación, tal es el caso de María Eugenia Llamas, quien fue mundialmente exitosa y conocida como la “Tucita”, una niña icónica dentro de la gran pantalla.
La historia de "La Tucita"
María Eugenia Llamas, mejor conocida como "La Tucita", comenzó su carrera artística con apenas tres años de edad, esto luego de que ganó un concurso infantil.
Fue a partir de este momento que la pequeña que tenía un peculiar brillo en la mirada, incentivada por sus padres, comenzó a interesarse por el mundo de la actuación, además de que incursionó en el canto.
Fue precisamente gracias a que era una niña con rostro angelical y tierno que comenzaron a llamarla para grabar comerciales, y más tarde incursionó en el teatro, la televisión, las radionovelas y además se desarrolló como narradora y promotora cultural infantil.
Su legado en el Cine de Oro y su triste final
Sobre sus papeles destacados en el cine, "La Tucita" apareció en diversas películas como una niña inocente y tierna, esto específicamente en la cinta “Los tres huastecos” y “Dicen que soy mujeriego”, donde trabajó al lado de Pedro Infante y de acuerdo a lo que se logra apreciar en la gran pantalla, el cariño entre la pequeña actriz y el destacado actor era grande.
A pesar de que fue uno de los rostros infantiles más famosos de todos los tiempos en México, luego del éxito que obtuvo en la década de los cincuentas, la “Tucita” regresó a su natal Monterrey.
Fue aquí cuando vio avecinarse su triste final, esto debido a que durante 30 años no participó en películas hasta los años 80; sin embargo, sus apariciones ya no destacaron como cuando era niña.
La famosa actriz murió en el año 2014, aunque antes de fallecer reveló que el apodo “Tucita” provenía del director Ismael Rodríguez, quien le puso este mote debido a que le hizo una comparación entre un topo y una niña pequeña.