MASTERCHEF CELEBRITY

Rebecca de Alba, de vender pasteles a conducir MasterChef Celebrity México

Será el 20 de agosto en punto de las 19:30 horas cuando veamos el regreso a la televisión mexicana de Rebecca de Alba en Masterchef celebrity

ESPECTÁCULOS

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Rebecca de Alba vendió pasteles en su adolescencia.Foto: Cuartoscuro

El próximo mes de agosto podremos ser testigos del inicio de la primera temporada de Masterchef celebrity en su edición mexicana, en donde veremos a algunos famosos (y otros no tanto) cocinar sus mejores platillos para que los expertos determinen si son aptos o no para seguir en la competencia, dicho reality show estará bajo la conducción de Rebecca de Alba, quien por cierto regresa a la televisión luego de algunos años alejada de ésta.

Será el 20 de agosto en punto de las 19:30 horas cuando inicie este proyecto que promete tener alas familias mexicanas pegadas a la señal de Azteca Uno, de acuerdo con Sylvia Pasquel, su hija Stephanie Salas quien es una de las participantes de este proyecto será la ganadora de algunos retos.

Rebecca de Alba y su nexo con la cocina

El regreso de Rebecca de Alba a la televisión mexicana no solo llena de emoción a sus seguidores, sin embargo, quien fuera ex novia de Ricky Martín reveló que siente un gran nexo con la cocina pues le recuerda mucho a su infancia en Zacatecas, de donde es originaria.

Eso sí, la bella conductora asegura que no es muy buena en la cocina, pero tiene gratos recuerdos que tienen que ver con esta y en las que incluyen a sus abuelos, tíos y familia en general.

¿Vendió pasteles?

Además, algo que muy pocos saben es que para llegar a ser la estrella internacional que ahora es, Rebecca de Alba comenzó como muchos famosos, desde abajo, y trabajando en oficios comunes y corrientes.

En su caso, el primer sueldo que ganó, fue gracias a la venta de pasteles, sí, así como lo lees, Rebecca de Alba vendía deliciosos pasteles y roscas que ella misma preparaba.

Con tan solo 14 años, Rebecca de Alba comenzó a ahorrar para su educación universitaria, por lo que hacer y vender pasteles y roscas fue su mejor opción; ahora recuerda esa gran anécdota con mucho cariño.