Al parecer, nuestro país siempre ha estado marcado por diferencias socioeconómicas que con el paso de los años, han sido retratadas y criticadas desde varias obras literarias, cinematográficas o televisivas. Aunque muchos actores han interpretado papeles de personajes desde la pobreza o la opulencia, hay uno que lo hizo destacó por hacerlo desde la comedia: Luis de Alba con "El Pirruris".
Aunque muchos no lo conocieron, el actor veracruzano de 76 años, fue toda una estrella en la llamada época del Cine de Ficheras, donde se retrató la clase social baja de México, desde los barrios populares. Ahí dio rienda suelta a sus habilidades histriónicas; fue en la década de los 70 le dio vida al mencionado personaje que hacía mofa de la clase burguesa mexicana.
"El Pirruris" fue todo un éxito, pues además popularizó la palabra "naco" para referirse a las personas de bajos recursos. Vestido siempre de traje y corbata, con un peinado desaliñado y siempre haciendo gesto de todo lo que no fuera de clase, se convirtió de inmediato en todo un fenómeno entre el público mexicano.
"El Pirruris" explica la diferencia entre fifís y nacos
Luis de Alba fue uno de los invitados de lujo al programa "Miembros al Aire" donde además de hablar de su carrera artística y situaciones personales, agasajó al público con la interpretación del hombre fifí que tantas carcajadas arrancó.
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La explicación del "Pirruris" consistió en hacer una serie de comparativas entre ambos casos y como era de esperarse, siempre en favor de los fifí. En este caso, si una persona de este sector viste de blanco, seguro es un doctor especializado, pero si es un naco, lo más probable es que sea el lechero o un carnicero.
Entre otras bromas similares, Luis de Alba explicó que conoció a Emilio Azcárraga Vidaurreta, al que llamó "Jefe de jefes", pues se hizo del imperio que hoy conocemos desde abajo. Incluso recordó que este vendía calcetines en la calle de Ayuntamiento.
De sus anécdotas, dijo que el personaje citado fue quien lo introdujo desde niño al mundo del espectáculo porque cantaba bien. Entonces, recordó todas las clases que llegó a tomar antes de la creación del Centro de Educación Artística (CEA).
lhp