Hace unos días el cantante de heavy metal Ozzy Osbourne causó, una vez más, polémica, luego de haber revelado que habría matado gatos y aves durante la pandemia. Sin embargo, esta no sería la primera vez que el exvocalista de Black Sabbath tiene una historia con los animales, pues hace casi cuatro décadas se habría "comido" un murciélago durante un concierto.
También conocido como "El Señor de las Tinieblas" ha protagonizado momentos controvertidos, uno de ellos fue con su esposa Sharon, quien había preparado una reunión con directivos de la cadena de televisión CBS, para lo que había conseguido unas palomas blancas como símbolo de paz. Aunque el cantante tenía algo más en mente, pues, sin motivo alguno, arrancó las cabezas de dos de las aves que serían liberadas, lo que al final no ocurrió.
Pero el momento que marcaría la carrera del cantante inglés tuvo lugar el 20 de enero de 1982, fecha en la que tuvo un concierto como parte de su gira de promoción de su segundo álbum en solitario, Diary of a madman.
Su presentación estaba programada para llevarse a cabo en el Veteran Memorial Auditorium, de Iowa, por lo que ese día se vieron a muchos jóvenes imitando el look gótico de Ozzy, el cual había puesto de moda y se había relacionado con las letras de sus canciones, tanto como solista como durante su faceta en Black Sabbath.
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El fanático que hizo historia
Uno de sus seguidores, Mark Neal, asistió esa noche al concierto de Iowa, pero entre su chamarra ocultó un murciélago, que habría sido capturado por su hermano menor en la escuela y que después lo llevaría a casa. Mark, junto con sus amigos, planearon llevar al animal al espectáculo que daría Ozzy, pues tenían conocimiento de la historia de cuando el cantante arrancó la cabeza a las palomas. Más tarde, joven aseguró que el murciélago ya estaba muerto, de acuerdo con una serie de declaraciones que dio en su momento al medio local Des Moines Registrer.
Quizá una de las canciones más populares de Ozzy es "Crazy train", la cual a principios de la década de los 80 comenzaba de una forma peculiar, pues el intérprete inglés arrojaba órganos de animales muertos a las primeras filas. Durante ese momento de locura, Mark Neal arrojó el murciélago al escenario y Osbourne, de 34 años en ese entonces, creyó que se trataba de un muñeco de goma, por lo que lo tomó entre sus manos y se lo llevó a la boca.
Pero la sensación que en ese momento tuvo Ozzy Osbourne fue descrita por él mismo años más tarde en sus memorias: "Algo se sentía mal. Muy mal. Para empezar, mi boca se llenó instantáneamente de este líquido cálido y sombrío, con el peor regusto que puedas imaginar. Podía sentirlo manchando mis dientes y corriendo por mi barbilla. Entonces la cabeza en mi boca se contrajo. No me comí un maldito murciélago, ¿verdad?". Aunque todo pasó muy rápido, en la mente del cantante todo fue tan lento que lo sigue recordando como si hubiera ocurrido ayer.
Después de que se dio cuenta que lo que tenía en la boca era realmente la cabeza de un murciélago, Ozzy continuó con el show, pero al terminar pidió que lo llevaran al Broadlawns Medical Center para vacunarse contra la rabia.
Esta escena ha sido replicada en películas y ha sido parodiada en infinidad de ocasiones, pues sin importar que la música de Ozzy sea tan buena o haga otro tipo de cosas polémicas, será recordado particularmente por este momento que vivieron miles de personas en 1982 en Iowa.
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