Con temas de Rocío Durcal, Lucero y recordando el programa “Siempre en Domingo”, es como inicia “Más bonita que ninguna”, el show de Michelle Rodriguez que presentó este sábado vía streaming y en donde reflexiona sobre la inseguridad que sentía por estelarizar su propio espectáculo.
En cerca de hora y media, la actriz recordó cómo fueron sus inicios en el medio y cómo surgió la idea de esta obra, luego de que Morris Gilbert la invitará a hacer su propio espectáculo. Acompañada por una banda de músicos en el escenario y un muppet de ella misma, que era su conciencia, “Michi”, fue como contó los retos que ha vivido en su carrera para abrirse camino en esta industria en la que sentía que no encajaba.
Habló de su infancia y las figuras que la inspiraron a ser actriz, entre ellas Thalía, incluso interpretó un popurrí de los éxitos: “María Mercedes”, “María la del barrio”, “Marimar”, “Amarillo Azul” y “Sudor”.
El escenario estaba decorado con tres imágenes de una mujer con distintas expresiones en el rostro y detrás de una de ellas, estaba “Michi”, cuyo manejo estuvo a cargo de Lety Amezcua. Al ritmo de Selena caminaba de un lugar a otro por el entarimado. “No hay mejor forma de volverse multitask que con un Selenazo”, dijo.
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También habló de la relación que hay entre las citas y los castings, sus amores fallidos por preferir su carrera y lo complicado que fue que le dieran una oportunidad. Todo esto entre bromas con “Mich” acompañado de temas de Ricky Martin, Timbiriche y Flans. Después dio una probadita de las canciones que ha interpretado en los distintos musicales en los que ha participado como “Chicago”, “Mentiras, el musical” y “Los Miserables”.
Cerró con un homenaje a Verónica Castro, al imitar su programa “Mala noche no” con la versión “Mala Michi no”, un show que de niña soñó tener. Para esta parte del espectáculo contó con la presencia de su amigo y hermano Faisy, quien también habló de cómo llegó a los escenarios, su amor por el futbol y la música. Y al estilo de “La Vero”, cerraron con el dueto de “Vete y no vuelvas más”.
Rodríguez terminó la puesta en escena, dirigida por Joserra Zuñiga, reflexionando que la única llamada que se tiene que esperar es la del corazón: “Nunca es tarde para volverte tu propio superhéroe”.
Por: Patricia Villanueva
dhfm