Usuarios de redes sociales han hecho viral una supuesta creencia respecto a la llamada “Maldición del 28”, que consiste en que supuestamente los grandes famosos fallecen en un día 28, entre los artistas que se mencionan están los casos de Juan Gabriel, José José, Armando Manzanero, Roberto Gómez Bolaños “Chespirito” y Manuel “Loco” Valdés.
La fatídica fecha tiene conexión con la muerte de otros famosos o hijos de famosos, como fue el caso de la hija de Norma Nazareno, Paulina, quien falleció a los 20 años víctima de un accidente de tránsito, así como la muerte de la actriz Lourdes Deschamps o el actor considerado galán de las telenovelas mexicanas, Rogelio Guerra.
La realidad es que no existe una conexión mágica o macabra con ese dato, sin embargo, entre usuarios de redes se ha generalizado esa creencia sobre la posibilidad de que los días 28 sean una fecha fatídica para los integrantes de la farándula.
Y quizá tengan algo de razón, cabe resaltar los casos más recientes y que han llamado mucho la atención como por ejemplo, la muerte de José José y Juan Gabriel, dos de los iconos de la música latina a nivel mundial, uno murió un 28 de agosto de 2016 (Juan Gabriel), mientras que José José falleció el 28 de septiembre de 2019.
El cantautor yucateco Armando Manzanero, murió un 28 de diciembre del 2020, unos días antes de que cerrará el año y fue una de las pérdidas más sensibles por causa del Covid-19 en nuestro país; su deceso causó tanto estupor que el propio presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, le dedicó una parte de su conferencia mañanera para honrar su legado musical y artístico.
¿Cuál es el origen de la maldición?
Se dice que dicha creencia proviene desde la época prehispánica, cuando el conquistador Hernán Cortés mandó torturar y ejecutar al último tlatoani azteca, Cuauhtémoc, un día 28 de febrero del año 1525, en tierras de lo que hoy conocemos como Tabasco.
El líder azteca habría estado cautivo durante cuatro largos años, tiempo en el que fue torturado por la codicia de los españoles para conseguir el preciado oro que los indígenas guardaban y utilizaban como parte de sus ofrendas para los dioses.
Como sabemos, Cuauhtémoc fue quemado tanto de las manos como de los pies, tortura que llegó a su fin cuando fue ejecutado aquel 28 de febrero de 1525, cuatro años después de la caída de Tenochtitlán.
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