LAS BUENAS

Margarita Solache musicaliza las estaciones del Metro CDMX

Margarita Solache toca el violín en las estaciones del Metro para reunir dinero y al mismo tiempo alegrar a los usuarios de este transporte

ESPECTÁCULOS

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LUCHA. El tocar en el Metro le ha ayudado a trabajar como maestra de música. Foto: EspecialCréditos: Especial

Sentada en un pequeño banco, con sólo el atril musical enfrente para colocar las partituras, el estuche de su instrumento en el suelo con las tarjetas de presentación en donde anuncia sus redes sociales y un pequeño bote donde caen las monedas que la gente deja a su paso, la violinista Margarita Solache toca en las estaciones del Metro para seguir teniendo ingresos y al mismo tiempo musicalizar el viaje de los miles de capitalinos que usan este transporte.

La música empezó esta práctica desde hace tres años, lo hacía esporádicamente, más por diversión que por necesidad, pero con la llegada de la pandemia de COVID-19 y el cese de presentaciones en vivo o de reuniones en lugares cerrados, los pasillos y transbordos de este sistema se volvieron su principal escenario.

“He tocado con la Orquesta Clásica de la Ciudad de México, con la Ópera de Bellas Artes, con cuartetos o como solista, pero ahorita aún no se retoman los conciertos y tengo que juntar dinero para seguir preparándome, estudiar una maestría y un diplomado en música”, comentó la joven de 25 años.

El presentarse en el transporte, le permite ganar unas monedas y al mismo tiempo encontrar trabajo como maestra o para tocar en algunos eventos, desde aniversarios o citas románticas. También le permite ser más empática con la gente, porque ha aprendido a escuchar sus historias, lo que la convence de que la música es sanadora.

“Las personas me cuentan sus vidas. Hay un chico que estaba sufriendo un ataque de asma y al escuchar las notas musicales se tranquilizó. Otro señor me dijo que la melodía le recordó a su novia, con quien había terminado semanas atrás, por eso ahora lo sentía como una señal para regresar con ella. Una señora simplemente lloraba mientras yo tocaba”, recordó.

Sin embargo, no todo ha sido color de rosa. El tocar en el Metro es una falta administrativa, por lo que frecuentemente es llevada a El Torito, o tiene que darle a los policías 50 pesos para que la dejen ahí o enfrentar a los ambulantes que sienten que les está robando una plaza.

“Ahorita, las mujeres tenemos permiso de vender en el Metro, pero a mí me dicen que me quite, y es cuando tengo que reeducar a los policías. Les explico que no sé vender, pero sí tocar música”, finalizó.

¿QUÉ MÁS?

  • También interpreta cumbias, salsas y hasta reguetón en el violín, adaptando su repertorio a cualquier evento social.
  • Además de este instrumento, toca la guitarra y el salterio, pero su favorito es el violín.
  • Viene de una familia de músicos, presume que su abuelita cantaba como Lola Beltrán. 
  • 3 años tiene tocando en el metro.

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