Carlos Enrique Taboada Walker es una de las figuras más importantes del cine nacional, especialmente en lo que respecta al género de terror. Nacido en la Ciudad de México, el director y escritor mexicano inició su carrera en 1950 como director de algunos programas en la televisión mexicana. Poco tiempo después, decidió incursionar al cine, pero los resultados fueron tan poco favorables que se desilusionó.
Para 1954, cuando pensaba que ninguna de sus producciones merecería el reconocimiento del público, Taboada decidió tomarse un descanso de la industria cinematográfica. Tras cinco años de ausencia, siguió su camino y no fue hasta el final de su carrera que la crítica comenzó a presarle atención. A pesar de que sus guiones parecían experimentales, para la década de los 60 comenzaron a adquirir mayor solidez.
Su etapa como director
Uno de los momentos más exitosos de su carrera como guionista fue con la historia "El espejo de la bruja", misma que dirigió Chano Urueta en 1962. Sin embargo, dos años después, Carlos Enrique decidió incursionar en el mundo de la dirección con "La recta final", una película llena de tensión. No fue hasta 1968 que se dio a conocer una de sus películas más célebres: "Hasta el viento tiene miedo", una película que le ha valido admiración con el paso de los años.
Incluso, hay generaciones que aseguran haber sido influenciadas por la historia que, posteriormente, se transmitió en televisión. Dicha película, a pesar de tener un guion lineal y sin tantos elementos, representa un horror tan sutil como eficaz, lo que impactó a la audiencia de la época, pues era la primera vez que se hacía algo parecido. Al darse cuenta del éxito que esto representó en su carrera, Carlos Enrique decidió seguir con la misma línea.
El terror de Carlos Enrique Taboada
Después de esa película, una de sus historias más recordadas salió a la luz. "El libro de piedra" también marcó un precedente en las historias de terror, lo que siguió logrando el resto de su carrera. El terror gótico, como se le denominó al género que Carlos Enrique aplicaba, estaba combinado con el suspenso de las siguientes cuatro cintas escritas y dirigidas por él, aunque dichas películas no obtuvieron tanto reconocimiento.
Para 1975, Carlos Enrique filmó "Más negro que la noche", filme que continúa posicionándose como un clásico en las historias de terror nacional. Después de una serie de éxitos, Carlos Enrique se alejó del cine una vez más para preparar una cinta descrita como "magistral" por la crítica internacional: "Veneno para las hadas". Estrenada en 1984, esta película se hizo acreedora a cuatro premios Ariel.