En los años 80 la señal del canal 2 a las 9:30 de la noche paralizaba a todo México, en pantalla se difundía la historia clásica en la que una jovencita pobre, pero muy atractiva se convertía en la persona más querida para el hijo de una familia adinerada, misma que estaba en la ruina, sólo vivía de las apariencias y además contaba con una villana de antología.
Pues ese melodrama llevaba entre su elenco a las figuras de aquel momento y una historia entretenida que mantuvo atentos a millones de espectadores por casi un año, entre julio de 1987 y abril de 1988, le faltaron dos capítulos para llegar a las 200 emisiones, y desde el inicio hasta el final se mantuvo con un alto raiting. Esa telenovela fue ‘Rosa Salvaje’.
La telenovela fue escrita por Inés Rodena, con adaptación del escritor Carlos Romero, Vivian Pestalozzi, Dolores Ortega y Gabriela Ortigoza y dirigida por la talentosa actriz y directora de escena, Beatriz Sheridan.
El elenco estaba encabezado por la chaparrita ojiverde más famosa y carismática de aquella época, Verónica Castro, el joven galán Guillermo Capetillo, la joven pero bellísima Edith González en su papel estelar como novia de Capetillo, sin embargo, a la mitad de la novela tuvo que ser reemplazada por la sensual Felicia Mercado, y desde luego la clásica villana Dulcina, encarnada por la actriz y concursante de MasterChef, Laura Zapata.
La trama es sencilla, Rosa (Verónica Castro) vive con su madrina (su ‘manina’) en un área pobre, ella es muy ingenua y parece un muchacho. Un día ella va a una casa rica a robar algunas manzanas y es sorprendida por el dueño de casa, Ricardo Linares.
Él es un tipo agradable, no la acusa con la policía, y al contrario le da algunas manzanas. Con ese primer detalle Rosa comienza a enamorarse profundamente, Ricardo está en una lucha constante con sus hermanas, Dulcina (Zapata) y Cándida (Liliana Abud), además de la entrometida ama de llaves, Leopoldina, interpretada por Renata Flores. Para hacerlas enojar decide casarse con Rosa.
Dulcina hace todo para conseguir librarse de ella, pero Rosa consigue una felicidad eventual, y se vuelve además una muchacha muy hermosa. Ricardo con el tiempo realmente se enamora de ella, pero cuando ella se entera que este se casó sin amor por hacer enojar a sus hermanas, no puede perdonarlo.
Trascendió fronteras
Rosa se encuentra con su mamá (Irma Lozano), una mujer adinerada y poderosa, la cual la hace cambiar, con lo que se vuelve una muchacha distinguida y a pesar del poder que tiene ahora, no piensa en vengarse de los Linares.
Rosa y Ricardo tendrán que pasar varios obstáculos para poder estar juntos como pareja.
El encanto del personaje y la actuación de la Vero Castro junto a uno de los galanes de la dinastía Capetillo, Guillermo, unido a la historia montada por una de las grandes libretistas de novelas, la cubana Inés Rodena, produjeron para México una de las más exitosas producciones de los años 80.
El éxito de la telenovela trascendió fronteras y la historia fue vendida a varios países de Latinoamérica, Europa y Asia, donde la ojiverde es reconocida como un icono de la televisión mexicana, a tal grado que cuando Verónica Castro visita países como Argentina o Rusia, es recibida como toda una celebridad.
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