DOCUMENTAL

Ofelia Medina presenta ópera prima 'La Llevada y la Traída' sobre la Virgen de Zapopan

La actriz Ofelia Medina exhibió “La llevada y la traída” en el Festival Internacional De Cine de Guadalajara, un documental de la Virgen de Zapopan

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Ofelia Medina exhibió “La llevada y la traída” en el Festival Internacional De Cine de Guadalajara. Foto: Especial Créditos: Especial

Zapopan, Jal.- Luego de dos años rodando y uno editando, la actriz Ofelia Medina concluyó su primer largometraje documental sobre la tradicional Romería de la Virgen de Zapopan, Jalisco, en la que resalta el poder de la fe mexicana y el mestizaje espiritual que hay en el país, ya que está hecha de maíz. 

El filme lleva por nombre “La llevada y la traída” y abarca dos procesos históricos, la multitud de la feligresía católica que abarrota las calles, y en contraste, la primera peregrinación digital obligada por la pandemia de COVID-19. El proceso de postproducción fue una hazaña, incluso hubo el riesgo de no concluir el proyecto. 

“Cuando vino la pandemia tuvimos que editar a distancia, estábamos volviéndonos locas, pero al mismo tiempo fue una maravilla. La postproducción fue muy difícil, titánica. Hay escenas comparativas, se ve 2019 y luego 2020”, explicó la directora. 

Rodar en medio de los casi dos millones de fieles que acuden a celebrar a la virgen fue impactante para ella, al grado que su cuerpo le temblaba. 

Para Medina este documental muestra la conjunción de creencias indígenas y cristianas, que hay en la sociedad mexicana: “es absurdo que lo neguemos. La tradición no va a morir, la fuerza de la gente está viva. La pandemia nos va a fortalecer porque vamos a valorar más”. 

La imagen de la Virgen (hecha de caña de maíz, con 34 centímetros de tamaño) llegó a Jalisco en el año 1530, fue traída de Michoacán por Fray Antonio de Segovia como un refugio para las personas, ya que en aquel tiempo la zona era azotada por epidemias e inundaciones. 

La actriz considera que en medio de situaciones catastróficas, la fe sostiene la esperanza de gente que tiene todo en contra. Por ejemplo, los miles de migrantes que salen huyendo de la pobreza y la violencia para ser doblemente victimizados. 

“Chiapas es un camino del tráfico de personas, hay migraciones voluntarias e involuntarias, esta situación es dolorosísima. No hay que odiarlas, la gente migra por hambre, por desesperación, por persecución política merece nuestra compasión, esperamos que los gobiernos reaccionen. Los migrantes se sostienen por la fe y se sostienen porque verdaderamente cada día, cada acción la agradecen y la dedican a la divinidad. Esa fuerza se contagia”, dijo la también activista social.

MAAZ