La excandidata presidencial del PAN, PRI y PRD, Xóchitl Gálvez Ruiz, descartó, al menos por el momento, integrar un movimiento que pudiera convertirse en partido político, aunque remarcó que comenzará a recorrer el país para reunirse con activistas y representantes de la sociedad civil para escucharlos y después definir la ruta a seguir.
En entrevista con Salvador García Soto, para Heraldo Radio, aseguró que su "lucha va a seguir" y explicó: "no tengo ninguna intención de irme a mi casa", aunque explicó que volverá a trabajar "de ingeniera" para ganarse la vida.
Informó que esta tarde se reunirá Toluca con "xochilovers", los cuales dijo que son ciudadanos que en muchos casos no habían tenido participación política, aunque algunos casos sí, y que "quieren seguir activos y ser contrapeso", debido a que sienten que los partidos han perdido peso y las luchas se deben dar desde la ciudadanía.
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Adelantó que así como se reunió con Marko Cortés, dirigente nacional del PAN, hará lo propio con su homólogo del PRI, Alejandro Moreno, para cerrar la etapa con los partidos, con quienes rechazó estar peleada.
Por otra parte, Gálvez dijo que la primera batalla que dará la ciudadanía será la de la Corte, por lo que hizo votos porque se escuchen las voces ciudadanas y de expertos.
Aseguró que "la gente no alcanza a comprender" la importancia de tener jueces de su lado y no del gobierno, pues destacó que estos han llegado a ordenar que se entreguen tratamientos contra el cáncer o que se vacunaran niños durante la pandemia.
Consideró que es riesgoso que los jueces se elijan por voto popular, y estimó que en Sinaloa "el crimen organizado debe estar frotándose las manos" ante esa posibilidad.
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Finalmente, dijo que continúa dando la batalla por la sentencia por violencia política en razón de género, pues acusó que el Presidente eliminó sus méritos al decir que había sido impuesta por un grupo de hombres.
Del mismo modo, consideró que los hombres como el Presidente creen que es normal tratar a las mujeres "como trata a Claudia y como me trató a mí".
Remarcó que cualquier persona en México con una sentencia de esa naturaleza tendría cuatro consecuencias: leer el manual que le envió, ser inscrito en el registro público de agresores, pagar una multa y ofrecer una disculpa, por lo que urgió que se le dé el mismo trato al Jefe del Ejecutivo.