EL MUNDO DEL DERECHO

Un equipo legal sólido: esencial para dar resultados de excelencia

Un equipo legal sólido es el que al menos tiene un balance entre la experiencia, el conocimiento técnico y la habilidad de interactuar de forma eficiente con las distintas áreas internas a las que presta servicios

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Créditos: El Heraldo de México

Lo obvio no siempre es sencillo en la práctica; hay obviedades complejas que requieren de oficio y dedicación para implementarse. Tal es caso de contar con un equipo legal sólido en las empresas que dé resultados de excelencia en su responsabilidad primordial: proveer asesoría para contribuir a los objetivos de la empresa y cuidar su integridad como ente social y económico, tema que se trató en la columna “Ser abogado de empresa”.

Un equipo legal sólido es el que al menos tiene un balance entre la experiencia, el conocimiento técnico y la habilidad de interactuar de forma eficiente con las distintas áreas internas a las que presta servicios, teniendo siempre claro que el “cliente” es la empresa y no sus funcionarios y demás empleados. En todo momento este equipo debe contribuir a que “las cosas pasen” y, añadiría, a que “las cosas pasen bien, en forma y fondo”, para que la empresa exista de forma sana y sustentable.

Así, es útil tener una guía sobre cómo conformar ese equipo y mantenerlo a lo largo del tiempo. Para conformarlo, el responsable de ello, es decir, el director jurídico, debe, entre otros aspectos, conocer suficientemente la empresa y sus objetivos; identificar con precisión las necesidades legales que deben satisfacerse al menos en el corto y mediano plazo; estar familiarizado con el perfil de las personas que lideran y componen las distintas áreas de la empresa, y seleccionar directamente a sus abogados cuando el tamaño del departamento jurídico lo permita y, de no permitirlo, seleccionar directamente a quienes ocupen las posiciones clave. La selección de abogados debe considerar el valor humano interno y recurrir a nuevas contrataciones cuando así se requiera en función del crecimiento o la diversificación del giro de la empresa, la especialidad de las materias por asesorar y la carga de trabajo, por ejemplo.

Una vez conformado un equipo legal sólido, el segundo reto será mantenerlo de forma sustentable. Sobre este punto, la experiencia dicta que son cuatro los factores que más pesan para ello. Primero, se debe propiciar un sano ambiente de trabajo, que privilegie la convivencia fluida, el intercambio abierto de ideas y la colaboración entre los miembros del equipo y de los equipos legales de la casa matriz y empresas afiliadas tratándose de grupos empresariales. Un segundo factor, es proveer lo necesario para una rotación de abogados entre las distintas áreas del departamento jurídico, mayormente en etapas tempranas y medias de la práctica profesional, pero sin excluir de dicha dinámica a los abogados con prácticas más longevas. Un tercer factor lo constituye crear las condiciones para que los abogados estén al día en sus conocimientos en materia legal y en la o las materias de la actividad central de la empresa. El cuarto factor es que los abogados tengan una buena relación con las personas que integran las áreas que atienden, sin que en forma alguna comprometan la independencia del departamento jurídico.

Como reflexión final, los proveedores de servicios legales externos (v.gr. despachos, fedatarios y peritos) también conforman el equipo legal de una empresa. Su identificación, selección, contratación e interacción, ciertamente amerita un propio e individual análisis.