Por Rodrigo García Torres Trueba
¿Alguna vez te has puesto a pensar en la importancia que tiene tu nombre, tu marca personal o tu imagen como profesionista? ¿sabes si lo que haces y cómo lo haces en redes sociales es correcto y beneficioso para tu actividad profesional? Éstas son preguntas que quizá pocas veces nos hemos hecho, sin medir el impacto (positivo o negativo), que tiene en nuestro día a día.
Se trata de un tema importante y, a la vez, poco conocido por gran parte del sector legal. Pero como me gusta ir desde el origen de las cosas, comencemos por conocer qué es y de dónde proviene de la palabra Branding. Se trata de una palabra que tiene su origen en el antiguo escandinavo, del vocablo brandr que hacía referencia a “quemar“ o “marcar“.
Se usaba como la marca que identificaba reses y esclavos de un propietario concreto y, desde entonces, todo empezó a ser marcado artesanos marcando sus bienes, imprentas creando marcas de agua en sus papeles y farmacéuticas y tabacaleras marcando sus productos; sin embargo, el Branding que hoy en día conocemos explotó en la Revolución Industrial; la marca era básicamente un logo.
Expertos en el tema los hay, como Diana Preciado, asesora de imagen y coach, y con quien tuve oportunidad de conversar hace algunas semanas en el canal de televisión de la Barra Mexicana, Colegio de Abogados, A.C.
Ahora bien, hablando sobre el Branding personal para abogados y bajo el entendido de que la imagen que una persona proyecta de sí misma con el objetivo de fijar una percepción es fundamental para dejar huella en potenciales clientes, es algo en lo que debemos poner atención.
Así como cuidamos el desarrollo de una identidad corporativa, la construcción de una imagen personal debería ser una misión obligada para aquellos profesionales que quieran exprimir al máximo su potencial y situarse por delante del resto en la mente de los posibles clientes.
Por tanto, el Branding es un punto de inflexión sobre cómo nos ven y cómo queremos que nos vean.
Hoy en día, la proyección de la imagen personal en el entorno online, derivado de la digitalización y el uso de redes sociales, nos ayuda a crear una identidad, una huella digital que, si no se utiliza de manera correcta, puede generar una pérdida de confianza en posibles clientes potenciales e incluso impactos reputacionales.
Por otro lado, y como parte de este gran tema, debemos hablar también de la Imagen Pública, que podemos decir, es la percepción que se tiene de la persona o de una institución, por un grupo de personas y de manera unificada, en la cual interviene la imagen física o la imagen profesional.
Es decir, cómo nos desempeñamos y qué nos hace distintos al resto; la imagen visual (por ejemplo, la imagen corporativa); la imagen ambiental y la imagen audiovisual (medios y redes sociales), y todas deben estar en armonía, como si fuera un engranaje, en donde al faltar una de ellas, nuestra imagen no sería coherente y congruente.
En todo este orden de ideas, desde luego cabe preguntarnos, y de manera atinada, ¿qué sucede con mi marca personal y por qué debería ser importante construir una marca como abogado?
Bien, pues el branding es un proceso, una estrategia que puedes empezar ha definir para lograr hacer una marca, lo cual facilitará darte a conocer.
Además, como abogado aumentas tu capital social, tu valor, la gente recordará tu marca, bajo tu nombre, o en como tú lo decidas.
Tendrás una ventaja competitiva sobre tu competencia y pares.
Podrás incrementar tus oportunidades para ser elegido más fácilmente, y además, podrás poner mejores precios a tus servicios, pudiendo aportar como comunidad con tu influencia, con mayor credibilidad y confianza, generando así valor a la sociedad.
Asimismo, al hablar de marca es importante hacer un ejercicio o análisis conocido como FODA o DAFO de nuestra persona, para que como profesionistas podamos encontrar nuestro nicho de mercado, y también, sepamos cuál es nuestro estilo, nuestros valores y nuestra misión.
El análisis FODA es una herramienta que permite identificar fortalezas, oportunidades y debilidades, entre otras, que te permitirá desarrollar un plan de negocios para poder planificar estratégicamente. Al empezar a trabajar nuestra marca personal, en definitiva las redes sociales son nuestras aliadas. Necesitaremos estar presente para determinar un estilo y cómo lo haremos, por tanto, usar redes es fundamental y necesario para darnos a conocer con la gente. Escribir artículos, blogs, spots y teniendo una marca personal sólida, puede sumar a la marca de la institución, eso sí, siendo congruente con los valores, misión y objetivos de la la misma.
De acuerdo con la Teoría de Parsons, existen estilos personales para reflejar lo que transmitimos: tradicional, elegante, seductor romántico, creativo y dramático.
Todos y cada uno de ellos mandan un mensaje: nuestra vestimenta, aprender a mirar, cómo responder, el uso de la voz, lenguaje corporal. Después de haber visto cuáles son los estilos personales, de acuerdo con Alyce Parsons, me permito compartir algunos pasos para construir una marca de manera correcta:
- Empezar a hacer un FODA.
- Determinar tu nicho de mercado.
- Construir tu imagen visual e imagen digital.
Hay que tener cuidado con el uso de redes, para evitar caer en temas reputacionales y ensuciar nuestra huella digital. Sobre todo, cuidar la ortografía y redacción, utilizar términos entendibles para la comunidad. No caer en discusiones innecesarias y eliminar temas controversiales es fundamental. Cuéntame si te fue útil y nos seguimos leyendo por aquí.
ENTRESACADO 1.
La imagen que una persona proyecta de sí misma con el objetivo de fijar una percepción es fundamental para dejar huella en potenciales clientes.
ENTRESACADO 2.
La Imagen Pública es la percepción que se tiene de la persona o de una institución, por un grupo de personas y de manera unificada, en la cual interviene la imagen física o la imagen profesional; un equipo de colaboradores y conoce los atributos de cada elemento.